Esta comisión, integrada por representantes de las áreas de Coordinación Territorial, Movilidad, Seguridad, Comercio, Turismo y Urbanismo, ha aprobado varias modificaciones que incluyen su ubicación a lo largo de las fachadas, zonas terrizas y espacios de aparcamiento en la calzada, aplicando la reducción del 50% a las mesas permitidas según licencia en el año anterior, y manteniendo una distancia de al menos 2 metros entre ellas.
Además, el ayuntamiento ha establecido el horario de apertura entre las 10 de la mañana y las dos de la madrugada de domingo a jueves, ampliable hasta las 2.30 los viernes, sábados y vísperas de festivo, salvo en las Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE) de Centro, Tetuán y Chamberí.
El acuerdo, que permite aplicar “criterios interpretativos” a la Ordenanza de Terrazas y Quioscos, sin modificarla, establece que el incremento de la superficie destinada a terraza supondrá un incremento proporcional del espacio peatonal en este tramo, y se mantiene la obligación de respetar una zona libre de paso de 2,50 metros. Si embargo, también se permite instalar terrazas en calles con aceras inferiores a 5 metros, siempre que dejen al menos 3,50 metros para la circulación de vehículos y tengan elementos protectores.
El incremento de la superficie de las terrazas se basará en la licencia del año anterior, para fijar como máximo el 50% de las mesas a instalar, con una separación mínima de 2 metros entre ellas. Son los concejales presidentes de cada distrito quienes decretarán el levantamiento de la suspensión de terrazas acordada al principio del estado de alarma, aplicando posteriormente esta reducción.
En el caso de que se pretenda sobrepasar más de la mitad las mesas autorizadas anteriormente, ocupando más espacio peatonal, los establecimientos deberán solicitar una valoración técnica a la Junta de Distrito y una autorización individualizada de su concejal presidente.
Fachadas, terrizos, aparcamientos y calles peatonales
Los veladores podrán, además, extenderse a lo largo de la fachada del edificio que ocupan y los colindantes, respetando escaparates de los comercios, y se autorizará su implantación en los cruces de calles mediante colocación de mesas y sillas, pero sin sombrillas, para asegurar la visibilidad al tráfico. No será precisa la autorización de las comunidades de propietarios.
También se aprovecharán las zonas terrizas, y excepcionalmente, las bandas de estacionamiento en la calzada, también con informe previo y del área de Movilidad y autorización individualizada de la Junta de Distrito correspondiente. En estos casos, se deberá colocar una plataforma provisional a nivel de la acera, con una barrera perimetral.
Las terrazas que tienen montadas carpas cubiertas, podrán únicamente instalar, “en el exterior de la construcción”, las mesas, sillas y separadores “en el exterior de la construcción”, sin que pueda suponer una ampliación de esta construcción ligera.
También se aprovechará la peatonalización de algunas calles para que los establecimientos que por las dimensiones de su calle no tuvieran autorizada la terraza, o no hayan podido ampliarla para albergar el 50% de las mesas que tenían permitidas, proceder a su instalación temporal. De esta medida quedan excluidas las calles habilitadas para pasear facilitando la distancia social los fines de semana.
Asociaciones vecinales, alarmadas
Las asociaciones vecinales de Centro, Chamberí, Chamartín y Arganzuela, además de Retiro, que cuenta con numerosas terrazas en los bulevares de Ibiza y Menéndez Pelayo, mantuvieron una videoconferencia con la vicealcaldesa hace una semana, y mostraron su rechazo a otras medidas como instalar barras de bar en la calle durante la desescalada o la ampliación del horario de las terrazas, al estimar que son “una auténtica temeridad” porque fomentarían “la congregación de personas en el espacio público y el consumo de alcohol, lo que contraviene las directrices básicas de distanciamiento físico”. También han defendido el espacio peatonal para mantener la distancia de seguridad, y el respeto al horario de descanso vecinal.
Los hosteleros madrileños ya expresaron al ayuntamiento su petición para que aquellos establecimientos que no contaban con terraza puedan montarla, ya que sólo un 25% de los locales contaban hasta ahora con ella.
En cuanto a la música, se ha adaptado la normativa regional al ámbito municipal: así, los bares con terraza podrán poner música en su interior “perfectamente insonorizado siempre y cuando no excedan los 80 decibelios, excepto en las Zonas de Protección Acústica”.
Desde el área de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana se estima que “en todo momento se ha buscado flexibilizar las restricciones previas para contribuir a la reactivación de la economía de la ciudad, sin menoscabar los derechos de los comerciantes y los vecinos”.
Estas medidas extraordinarias, así como las autorizaciones particulares, se mantendrán hasta el 31 de diciembre de 2020, sin perjuicio de que se pueda acordar una ampliación.
El Ayuntamiento además aprobó la devolución de la tasa de terrazas durante el tiempo en que no han podido abrir, así como una reducción del 25% de la misma, para permitir que al sector “le compense abrir la persiana”, según la vicealcaldesa, Begoña Villacís. En Madrid hay alrededor de 5.300 terrazas, la mayoría de ellas en los distritos de Centro, Chamartín, Chamberí y Arganzuela.