Santiago Saura, concejal presidente de la Junta de Retiro, respira aliviado tras superar los peores momentos de la crisis del Covid-19, al frente de un distrito donde si bien la situación sanitaria ha dejado cifras alarmantes -es el cuarto en número de contagiados- la emergencia social se ha podido afrontar sin dejar a nadie atrás y, a día de hoy, no hay “nadie desatendido”, afirma. Y mientras, la reactivación económica va por un derrotero de “moderado optimismo”.
“Han sido semanas muy duras, los fallecidos, la incertidumbre, el drama...-recapacita el ciudadano Santiago Saura en su despacho de Daoíz y Velarde-. Como concejal lo vives con una angustia adicional, ver qué puedes hacer para aliviar la situación, estamos en primera línea de respuesta para la emergencia social.”
De hecho, destaca Saura la “situación sin precedentes, en décadas, algo súbito que ha dejado a la gente sin recursos”, y que se traduce en que en junio los Servicios Sociales de la Junta de Retiro proporcionan alimentos o ayudas económicas a unas 450 familias, muchas de ellas que nunca hubieran pensado verse en esta situación.
“En marzo habilitamos un contrato de emergencia de suministro de desayuno, comida y cena a domicilio, con unos 70.000 euros, que duró nueve semanas”, explica el edil. En mayo hubo que hacer otro contrato de emergencia con 150.000 euros más, “que cambiaba la modalidad a cestas de supermercado, con alimentación, productos básicos de higiene, pañales para familias con niños pequeños...”. Además se han concedido 90 ayudas económicas, y hay 80 mayores que también son atendidos desde el área de Familias.
Lo gratificante
Lo “más gratificante” que podía ocurrir en mitad de una pandemia “ha sido la ola de solidaridad en el distrito, desde vecinos particulares, ong, asociaciones vecinales, empresas, parroquias que han colaborado con donaciones, ayuda en el reparto de alimentos”.
Pero Santiago Saura reconoce que la Junta “no puede hacer descansar en esa iniciativa solidaria la atención a largo plazo a las familias”, y actualmente, “cualquier vecino empadronado en el distrito de Retiro que necesita ayuda social está atendido por Servicios Sociales”. Los refuerzos de personal en el departamento, con una trabajadora social y un auxiliar administrativo, facilitan la tarea, que destaca, “dan una atención integral del caso de cada familia, no es sólo darle una cesta, es mucho más que eso”.
Ahora toca reajustar el presupuesto municipal. “La situación es muy dura, pero la incertidumbre también es grande”, señala Saura, refiriéndose al uso del superávit municipal que reclaman los ayuntamientos al Gobierno, o las ayudas que puedan llegar de Europa, o la reactivación económica.
“Vamos a tener que reasignar partidas para incrementar las sociales, que ya está ocurriendo, y ampliar plantillas. Luego singularmente hay que incrementar servicios de limpieza de escuelas infantiles, colegios, instalaciones deportivas… hay que calcularlo”.
Medidas "transitorias" para las terrazas
Los comercios, terrazas, actividades de todo tipo van levantando la persiana, y “tenemos que ser moderadamente optimistas: lo importante es que siga así y la situación sea tal que no tengamos que dar pasos atrás”.
En un barrio con la gran actividad hostelera como es Retiro, Saura calcula que “han abierto todas las terrazas que estaban, y algunas más, y otras están pidiendo ocupar zonas de aparcamiento”. En ese sentido, la Junta estudia “dónde quitar plazas azules (del SER), singularmente en Ibiza, porque si son verdes no se pueden reducir, hay que compensarlas”. En cualquier caso, señala, “se trata de ayudar a un sector que ha sufrido mucho, al menos darle un poco de flexibilidad para que recupere el vigor: son medidas transitorias, espero que a fin de año no sean necesarias”.
De momento, la actividad cultural se reactiva también en Retiro: “Yo animo a ir a la tienda del barrio, a una terraza, a las exposiciones, debemos hacerlo porque está contrastado y validado por laa autoridades sanitarias” .
Por otra parte, ver la ciudad sin coches, sin ruido, sin contaminación durante el confinamiento ha sido “un experimento masivo” pero es “una situación anómala, extraordinaria e imposible de mantener”, señala Santiago Saura.
De hecho se aprobó en el pleno de junio de Retiro mantener las peatonalizaciones, como la de Menéndez Pelayo, o el puente de Pedro Bosch para acceder al Tierno Galván, “pero hay que ver cómo evoluciona su uso, y esperar a los informes técnicos”.