El Teatro Español ha inaugurado la exposición 'Maquetas', que muestra los últimos 130 años de su historia a través de 28 maquetas escénicas de obras estrenadas tanto en las tablas del Español como en las Naves del Español en Matadero Madrid.
La muestra, comisariada por Natalia Menéndez, directora artística del centro, y con la dirección artística de Alfonso Barajas, se enmarca dentro del programa 'De la mano', creado para ensalzar y difundir entre el gran público el valor de la artesanía teatral, así como para profundizar en su estudio.
La exposición puede verse en la Sala Andrea D'Odorico hasta el 4 de abril, de martes a domingo, de 11.00 a 18.00 horas y la entrada es gratuita.
La muestra concentra buena parte de la historia del Teatro Español y sus Naves, desde un modelo para una representación de Don Juan Tenorio de José Zorrilla, realizado por Amalio Fernández en 1890, hasta la maqueta de la sala principal del Teatro Español, realizada por el equipo de utileros del teatro y en cuya construcción se han empleado más de dos años.
Además, consta de maquetas de producciones teatrales, como el Fuenteovejuna con escenografía de Sigfrido Burmann, dirigido por Cayetano Luca de Tena, en 1944; el célebre Marat-Sade de Adolfo Marsillach, de 1968, cuyo diseño de escenografía corrió a cargo de Francisco Nieva; Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, que inauguró las Naves del Español, en 2007, diseñada por Jean-Guy Lecat; El alcalde de Zalamea, creada por Gil Parrondo, en 2003: y la maqueta de Elisa Sanz para Una luna para los desdichados, que dirigió John Strasberg en 2012, entre otras muchas.
'Laboratorio' del espacio escénico
La muestra pone de manifiesto la importancia de la maqueta teatral como 'laboratorio' donde los escenógrafos experimentan hasta alcanzar la creación definitiva del espacio escénico. Así, se trata de una construcción que sirve al director de escena y al resto del equipo artístico para poder trabajar y ver la idoneidad de sus ideas.
La maqueta teatral es un elemento de trabajo utilizado por los escenógrafos desde la segunda mitad del siglo XIX. Su aparición se produce por la destacada incursión de nuevos profesionales en el panorama teatral que manifiestan deseos de cambiar la escena tal y como estaba concebida, entre ellos escenógrafos de la talla de Giorgio Busato (1836-1916), Amalio Fernández (1858-1928), Adolphe Appia (1862-1928) o Gordon Craig (1872-1966).
La maqueta busca exhibir la volumetría y comprender y controlar el efecto que producen los espacios proyectados a distintos niveles desde su construcción hasta su impacto en el escenario y en el público. Siempre ha sido un material de trabajo que suele desaparecer con el fin de la obra y en pocas ocasiones son exhibidas ante el público.
De forma predominante, los materiales empleados para la construcción de las maquetas son cartón-pluma, plásticos, cartón, maderas y pinturas acrílicas y casi siempre se emplean materiales reciclados de otras maquetas o elementos escenográficos sobrantes. En todas las que forman parte de la exposición se ha desarrollado una técnica mixta en su construcción, utilizando una escala que varía entre 1:25 y 1:50.
Además de los ya mencionados, la nómina de escenógrafos participantes la componen artistas de la talla de Ana Alcubierre, Carles Alfaro, José Novoa, Alfonso Barajas, Antonio Belart, Monica Boromello, Antiqua Escena, Félix Carbonell, Almudena López Villalba, Alessio Meloni, Jon Berrondo, Clara Notari, Juan Sanz, Sebastià Brosa, Manuel Pellicer, Emilio Valenzuela y Roger Orra.