El mítico Tablao Flamenco Villa Rosa ha reabierto sus puertas oficialmente el pasado jueves, tras haber cerrado en 2021 a causa de la "difícil situación" del espacio por el coronavirus y las restricciones de reunión y acceso a espacios culturales y de ocio.
Así, el considerado tablao más antiguo del mundo y lugar sagrado para los amantes del flamenco abrió de nuevo sus puertas, con una presentación oficial con su nueva propietaria, Ivana Portolés, que ha decidido mantener "su auténtica esencia". También estuvo presente en la presentación su embajador artístico, el bailaor Antonio Canales.
Frecuentado por Ernest Hemingway o Ava Gardner, por el Tablao Flamenco Villa Rosa han pasado artistas como Lola Flores o Juanito Valderrama. "Hay que conocer el flamenco para quererlo", afirmaba la empresaria Ivana Portolés. "Quiero recuperar el cante jondo", añade Portolés, quien asegura que ahora el flamenco "vive del turismo y el Villa Rosa tiene un imán especial".
La semana pasada María Pagés y Carmen Linares recibían el Premio Princesa de Asturias de las Artes al flamenco "como arte universal". Portolés asegura que lo tiene claro y arranca su nuevo proyecto con la idea también de programar visitas para colegios. "Creo que sería bueno que, en lugar de aprender flauta dulce, aprendan a dar las palmas", añade.
De molino de chocolate a templo del flamenco
El tablao más antiguo de Madrid "abrió sus puertas en 1911 ocupando el local de un antiguo molino de chocolate". En 1919, cambia de dueños y se reforma dotándole de una llamativa decoración de estilo andaluz, con artesonado, columnas y arcos inspirados en la Alhambra de Granada.
Su vida como tablao comenzó en 1921, cuando el empresario
Tomas Pajares adquiere el negocio y consigue que el cantaor
Antonio Chacón, considerado el rey del cante flamenco andaluz,
dirija el local, trayendo a los mejores cantaores, bailaores y guitarristas.El arte que por allí pasaba arrastró a aficionados
aristócratas, personas de notable
poder económico y artistas de la época, que acudían a las
reuniones y fiestas flamencas que se celebraban.
"Así comienza la leyenda del que se convertirá en el templo del flamenco en Madrid", recuerda Portolés.
Además del cantaor Antonio Chacón y el guitarrista
Ramón Montoya, dieron fama es este espacio
los más grandes artistas del flamenco, como los cantaores
Manolo Pavón, Juanito Mojama, Pepe de la Matrona, Fosforito o la cantaora Pastora María Pavón Cruz, conocida como
la Niña de los Peines, y los bailaores
Estampío y Faico, entre otros.
Poco a poco, fueron pasando por su escenario artistas de gran renombre, como
Imperio Argentina, Lola Flores, Juanito Valderrama, Antonio Mairena, Pepe Marchena, Miguel de Molina, Juan Varea y muchos más.
La fachada del local está decorada con azulejería, muy colorista,
realizada por Alfonso Romero Mesa en 1928. En su interior, hay
azulejos policromados con escenas flamencas, obra de
Antonio Ruiz de Luna y de Julián Santacruz, realizados en 1987.
Su
singular estética ha servido como
escenario en series de televisión y películas, como
Tacones Lejanos (1991), de Pedro Almodóvar, o
La Reina de España (2016), de Fernando Trueba. También ha sido el
lugar elegido para presentaciones de muchos artistas, "como
Diego El Cigala, José Mercé, Estrella Morente, Rosalía, Antonio Carmona o India Martínez", relata la propietaria.
En sus
111 años de historia, por su escenario han pasado las más grandes figuras del cante y el baile flamenco y ha acogido a algunas de las
personalidades internacionales más relevantes del arte, la cultura, la economía o la política. Frecuentado por clientes famosos como Ernest Hemingway o Ava Gardner, "se dice que
el rey Alfonso XIII visitaba el local de incógnito, a través de un pasadizo subterráneo", cuenta.