Descubrir el Hayedo de Montejo, uno de los bosques más singulares de la región

A los pies de la Sierra de Ayllón se encuentra el Hayedo de Montejo, una antigua dehesa de hayas, robles albares y rebollos que fue declarado por la UNESCO Patrimonio Mundial. Se trata del primer espacio natural de la región que recibe esta distinción, un merecido reconocimiento a la labor desarrollada durante estos años por la Comunidad de Madrid.

La diversidad paisajística y ecológica de este espacio lo han convertido en un auténtico 'laboratorio natural', capaz de anticipar los efectos del cambio climático. Cuenta con un exhaustivo programa de investigación, que incluye dos inventarios forestales que se llevaron a cabo en 1994 y 2005. A través del seguimiento de más de 1.400 árboles, así como del clima a través de estaciones meteorológicas, se ha podido conocer de primera mano la evolución de este espacio en los últimos años.

Tras su declaración como Sitio Natural de Interés Nacional en 1974, aumentaron las visitas al bosque, lo que obligó a generar un Programa de Educación Ambiental, que incluye recorridos guiados y la puesta en valor de la riqueza natural del entorno, de la singularidad y fragilidad del Hayedo y del conjunto de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón.

Todos aquellos interesados deberán inscribirse en la página web www.sierradelrincon.org con antelación. Existe otra posibilidad, que es obteniendo la autorización de manera presencial el mismo día que se quiera realizar la visita. Tan solo será necesario solicitar el permiso en el Centro de Recursos e Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón, en la calle Real, 64, de Montejo de la Sierra. Las autorizaciones se entregarán en riguroso orden de llegada, desde la apertura de la oficina a las 9.30h hasta que se agoten.

Las visitas al Hayedo de Montejo son siempre guiadas, por educadores ambientales, y gratuitas. Si bien la mejor época para recorrerlo es el otoño, durante los meses de verano se antoja el plan perfecto para disfrutar en contacto con la naturaleza de un paraje de singular belleza, donde no es tan evidente la huella humana.