El Águila reúne más de 150 piezas para recorrer siglo y medio de relación del flamenco con Madrid, "desde su bautizo"

"El flamenco nació en Andalucía, pero está ligado a Madrid desde su bautizo, desde antes incluso de que se llamara flamenco". Así subraya Teo Sánchez Nacarino la relación de Madrid con el arte jondo, una convivencia de más de siglo y medio que se recoge, a través de más de 150 piezas, en la exposición 'Flamenco Chipén', que hasta el 17 de mayo puede visitarse de forma gratuita en el complejo cultural El Águila, coincidiendo con su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial por el Ejecutivo autonómico.

Para ello, reivindica el término 'Chipén', propiamente madrileño y de origen caló que se asocia a 'vida', marcando así la idiosincrasia del flamenco madrileño, como explica David Calzado, comisario junto con Sánchez Nacarino de esta muestra.

Se trata de un viaje por la historia del cante, toque y baile en Madrid, desde la publicación de las primeras referencias documentales a mediados del siglo XIX, hasta los años 90 del siglo pasado, con especial atención a momentos decisivos, como el desarrollo de los cafés cantantes y el nacimiento de la ópera flamenca y los tablaos.

Cartelería, indumentaria y fotografías

La muestra incluye más de 150 piezas, entre las que se encuentran cartelería e indumentaria de algunos de los principales referentes –como Camarón o Paco de Lucía–, junto a fotografías de Martín Santos Yubero o Alberto García Alix. Buena parte de estos fondos forman parte de las colecciones del Archivo Regional y la Biblioteca Regional de la Comunidad de Madrid, junto a colecciones privadas y fundaciones.

A este recorrido desde grabados a instantáneas en color, se incorpora un archivo sonoro y audiovisual, con escenas cinematográficas –desde la primera película sonora en España que ya incluía una malagueña, hasta nombres fundamentales del séptimo arte, como Buñuel, Saura o Almodóvar, que han incluido este arte en sus creaciones– y un vídeo documental con testimonios de muchos de los protagonistas del triángulo que forman el barrio de Lavapiés, la plaza de Santa Ana y El Rastro, una de las áreas de mayor concentración de talento de la historia del flamenco en la capital.

Historia del flamenco en Madrid

La exposición, que ha inaugurado el consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco, se distribuye en cinco secciones, tomando como punto de partida la primera referencia documental sobre el flamenco: un artículo publicado en el diario 'El Espectador', en 1847, titulado 'Un cantante flamenco'.

Aunque de la presencia del baile preflamenco en las calles hablan las fuentes literarias como La Gitanilla, de Cervantes, con la calle de Toledo como telón de fondo, será dos siglos después cuando, en este mismo espacio, entre la música andaluza acompañando a inmigrantes y mercancías llegados del sur, que cruzaban el Manzanares camino de los mercados de la plaza de la Cebada y sus alrededores.

La proliferación de los cafés cantantes madrileños, como Naranjeros o el del Brillante, donde debutaría la Niña de los Peines –también presente en la muestra junto a otros nombres, como Juanito Valderrama, La Paquera o El Güito, entre muchos otros–, sirvió de escaparate para las principales figuras de la época. Mención especial merece el surgimiento de academias de baile, con Amor de Dios como protagonista.

Junto al baile, la exposición dedica una sección a la guitarra, aspecto en el que Madrid destaca especialmente dentro del flamenco, como ha remarcado Calzado, y donde resuenan nombres como los de Ramón Montoya y Antonio Chacón, y a la familia de lutieres Ramírez, que han deconstruido uno de sus instrumentos para la exposición, a fin de que el visitante pueda apreciar su complejidad.

También el vestuario tiene un papel protagonista en la muestra, con prendas que pertenecieron a maestros como Farruco, natural de Pozuelo de Alarcón; Camarón, Paco de Lucía, Enrique Morente, cuyas botas de tachuelas pueden verse 'Flamenco Chipén', o el mantón usado por Blanca del Rey en su despedida del Teatro de la Zarzuela con el Ballet Nacional.

Por su parte, los años 80 y 90 viven el surgimiento de los llamados jóvenes flamencos, con Ketama proclamando su clásico Vente pa Madrid, la consolidación de la Cumbre Flamenca, y la conquista de Paco de Lucía, Camarón y Enrique Morente del Teatro Real o El Ateneo.

Durante la inauguración, Mariano de Paco ha subrayado que, como señala el término 'chipén', el flamenco está "absolutamente vivo" en Madrid, con certámenes como Suma Flamenca y Suma Flamenca Joven, a los que se sumará próximamente el recientemente anunciado Festival de Guitarra de la Comunidad o la labor del incipiente Ballet Español, que dirigirá el maestro Jesús Carmona.

"El flamenco es una seña de nuestra identidad común. El flamenco es parte de Madrid y Madrid es parte del flamenco", ha sentenciado el consejero.

Actividades paralelas

La exhibición se completa con un amplio programa de visitas guiadas para adultos, de martes a domingo, con una oferta de más de 4.800 plazas y con un programa de visitas-taller familiares, con 680 plazas en las mañanas de los domingos y festivos. Estos talleres están recomendados para familias con menores entre seis y doce años.

Por otro lado, en abril también está prevista la celebración de un ciclo de charlas musicales en el auditorio Lolita Franco de El Águila, para completar la programación asociada a la exposición.

Todas las visitas y talleres son gratuitos, pero precisan reserva previa a través de la página web de Patrimonio Cultural. Se puede acceder a las inscripciones a través de este enlace.

El Águila