Del 29 de octubre al 26 de enero, la muestra gratuita 'Madrid también se bebe. Una historia del vino' reúne libros, grabados, fotografías y obras de arte relacionadas con este producto, desde su pasado romano hasta la actualidad.
'Madrid también se bebe. Una historia del vino', la exposición que hasta el 26 de enero se puede visitar en el Complejo Cultural el Águila, tras su inauguración or los consejeros de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, y de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco Serrano, de la Comunidad de Madrid, con la colaboración del Real Jardín Botánico (RJB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través de su biblioteca y herbario.
La Biblioteca RJB ha cedido para la muestra los libros Agricultura general que trata de la labranza del campo, una obra de 1524, firmada por Gabriel Alonso Domingo de Herrera, y Ensayo sobre las variedades de la vid común (1807), de Simón Rojas de Clemente, dos libros que se conservan en su colección histórica.
Por su parte, el Herbario MA ha prestado para la exposición cuatro pliegos de su colección. Un pliego de herbario original con hoja de variedad Albillo Castellano de la colección Simón de Rojas Clemente y Rubio, de 1807, y tres pliegos de herbario originales de la colección IMIDRA-RJB: Pliego con tallo joven y racimo de variedad Tempranillo; con tallo joven y racimo de variedad Garnacha Tinta; y con tallo joven y racimo de variedad Malvar.

El vino y la inspiración creativa
La muestra se puede visitar en el Complejo Cultural el Aguila, en la sala de exposiciones de la Biblioteca Regional de Madrid Joaquín Leguina. Comisariada por la historiadora del Arte y enóloga Mares del Barrio Martínez, en esta exposición de la Comunidad de Madrid en colaboración con el Consejo Regulador Denominador de Origen Vinos de Madrid, se exhiben libros, documentos de archivo, dibujos, grabados, fotografías y obras de arte, además de otros objetos relacionados con la historia, la producción y el consumo de vino en la Comunidad de Madrid.

Madrid, enclave estratégico y privilegiado, ha poseído viñedos y producido vino desde su pasado romano hasta la actualidad, siendo desde 1990 la única capital europea que designa una denominación de origen de vino, la de Vinos de Madrid.
Restos arqueológicos, obras clásicas de agronomía, documentos medievales, citas literarias, bodegas históricas atestiguan la importancia que ha tenido la posesión de viñas, el comercio y el consumo de vino en la provincia madrileña.