España es el país europeo con el mayor número de bares en la lista de los premios 'The World Best Bars' y, entre los galardonados, figuran Salmon Guru, en Madrid, y Paradiso, Two Schmucks, en Barcelona.
Tras una entrega de premios virtual en 2020, la ceremonia de The World’s Best Bars volvió a ser presencial en el Roundhouse de Londres, donde se dieron cita algunos de los mejores mixólogos del mundo. Jugaba en casa Connaught Bar, que se corona por segundo año consecutivo como el mejor del mundo en una edición que deja por primera vez un local español entre los tres primeros.
Se trata de Paradiso, en Barcelona, que escala 16 puestos para colocarse en una muy meritoria tercera posición del ranking hermano de The World’s 50 Best Restaurants y elaborado, como este, por el grupo editorial William Reed.
Estos premios comenzaron en 2009 y establecen una lista de los cincuenta mejores bares de todo el mundo, juzgado por seiscientos expertos en bebidas de diferentes países.
Los locales españoles galardonados han sido el bar Paradiso (Barcelona), el tercero en la lista; Two Schmucks (Barcelona), en el número once, y Salmon Guru (Madrid), que se situó en la posición veinticuatro. Otro barcelonés, Sips, protagoniza una de las mejores entradas en el ranking, al colocarse directamente en el puesto 37.
"Ha sido un año increíblemente difícil para la hostelería y la resistencia de la industria y la unión a través de estos desafíos han demostrado su humildad. Esperamos que las historias positivas en torno al éxito de los bares de los premios ayudará a impulsar estos negocios en las próximas semanas y meses", dijo el editor de contenido de 'The World 50 Best Bars', Mark Sansom.
Cócteles clandestinos
Por detrás de Connaught Bar, ubicado en el exclusivo hotel del mismo nombre en la capital británica y dirigido por Agostino Perrone, y de Tayēr + Elementary, también en Londres, Paradiso se alza con la mejor posición conseguida nunca por un bar español en la historia de estos premios, que celebran su decimotercera edición y que han contado con establecimientos de un total de 17 países.
Paradiso (Carrer de Rera Palau, 4) recrea la experiencia de un bar clandestino, oculto en el barrio del Born. Entre majestuosos paneles de madera curvados que dan forma a la barra y una impresionante decoración, se abre un universo de tentaciones diseñado por su propietario, Giacomo Giannotti, y su equipo.
Cócteles que se mueven entre la magia y el espectáculo, como el Supercool Martini (elaborado con una técnica patentada), el Kriptonita, el Vulcano Negroni, el Brunch in the Moon, el Big Bang o el Great Gatsby conforman una carta de bebidas única.
También en Barcelona, Two Schmucks (Carrer de Joaquín Costa, 52), en el barrio del Raval, abrió en 2018 de la mano de Moe Aljaff y A.J. White con una filosofía rompedora, apenas un pequeño espacio con objetos recuperados de la calle, pero con una carta de bebidas de cinco estrellas.
Desde agosto de 2020, Pom Modeste y Juliette Larrouy regentan el local, en el que han mantenido el espíritu irreverente a la vez que sirven cualquiera de los cócteles que se pueden pedir en las barras de los mejores hoteles del mundo, como el Spaniard o el Schmuck 50/50, que sirven maridados con los quesos más exclusivos.
En el puesto número 24, cediendo dos posiciones, se encuentra Salmon Guru que, sin embargo es este año ganador del Michter’s Art of Hospitality Award, que reconoce el trato al cliente y la hospitalidad y que pone en valor el trabajo diario del equipo
La gastrococtelería de autor, dirigida por el barman uruguayo Diego Cabrera es la primera referencia del prestigioso ranking en Madrid (Echegaray, 21). En su quinto aniversario y después de un año muy difícil como consecuencia de la pandemia, el jurado destaca su cóctel Sangre de los Dioses como ejemplo de su buen hacer: un combinado de whisky de malta y mezcla, servido en un recipiente de porcelana con forma de felino.
La naturaleza algo loca de las bebidas también tiene su reflejo en la decoración, con luces de neón que recubren el techo e ilustraciones de cómics que se proyectan desde las paredes. La diversión, sin embargo, no resta un ápice de calidad, técnica y maestría en la elaboración.