La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, abre este sábado por la tarde la campaña electoral, que plantea como una batalla por "la libertad" frente a la izquierda, en el corazón del barrio de Salamanca, arropada por el presidente del PP, Pablo Casado.
Tras dos años de gobierno y las encuestas de cara, Ayuso afronta unas elecciones que ella misma convocó ante el temor de que su socio de gobierno, Ciudadanos, acordase una moción de censura con el PSOE y su difícil relación con la formación 'naranja'.
A diferencia de la campaña autonómica de 2019, la presidenta regional ya no es esa política desconocida "sin complejos" por la que Casado apostó tras recibir el 'no' de algunas de sus primeras opciones, sino que la gestión de la pandemia, basada en conjugar "economía y salud", y la confrontación con el Gobierno de Pedro Sánchez han convertido a Ayuso en una política de proyección nacional.
Con la aspiración de gobernar en solitario para poder aplicar sus medidas sin ataduras, la 'popular' plantea la carrera hacia la Puerta del Sol como una contienda entre "socialismo o comunismo y libertad", reivindicando como sus banderas la apertura de la hostelería y el comercio y la bajada de impuestos.
Arranca este sábado la campaña, a pesar de que no comienza oficialmente hasta las 00 horas del domingo, a las 19.00 horas, en la Plaza de Salvador Dalí, en la Avenida Felipe II, en Goya, acompañada del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, su partner, y de Pablo Casado, quien ha ligado ya en precampaña su futuro al de Ayuso, confiando en que una victoria le impulse a él a La Moncloa.
Casado estará en los actos centrales y también en el cierre, aunque la dirigente madrileña ha reivindicado que, tal y como el presidente del PP sabe, ella tiene su "propio proyecto".
Además, el PP ha proclamado que con estos comicios comenzará la "reunificación del centro-derecha", pues creen que Ayuso puede frenar la subida de Vox y que Ciudadanos quedaría incluso fuera de la Asamblea.
En la formación 'naranja' han sido varios los exdiputados que se han pasado a las filas 'populares', lo que culminó con el 'fichaje' del exportavoz de Ciudadanos en las Cortes Valencianas, Toni Cantó. Finalmente, no podrá concurrir por decisión judicial, al no estar inscrito en el censo, pero sí hará campaña con la presidenta.
El PP busca una campaña "de calle", cercana y con pequeños mítines por toda la región, según explican desde la formación. Ayuso explicará su proyecto con actos sectoriales por las mañanas y se acercará también a comercios y establecimientos de hostelería de norte a sur de la autonomía, hablará con los vecinos y aprovechará el tirón mediático con el que cuenta. En la mayoría de sus actos de precampaña han predominado los 'selfies' y aplausos.
El deseo de la presidenta es explicar sus propuestas para Madrid, y, consciente de que será el foco de todos los ataques, rechaza hablar del resto de candidatos. "No pinta nada en esta campaña", ha llegado a decir del candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.
Desde el PP consideran que el verdadero adversario es Pedro Sánchez, quien creen que está "obsesionado" con Madrid y a quién han cuestionado que esté abandonado la gestión de la pandemia para centrarse en la campaña madrileña. Ayuso no duda en confrontar directamente con él y recriminarle que use "la mentira" como forma de hacer política.
Respecto a Vox, Ayuso ha mostrado durante la legislatura mano tendida al partido de Santiago Abascal y ha rechazado confrontar con ellos en la mayoría de ocasiones. Fuentes 'populares' esperan que su representación sea reducida y no puedan exigir la entrada en el Gobierno, sino el apoyo desde fuera, como ya hicieran durante estos últimos dos años.