El Silo, uno de los emblemas de Hortaleza, ha abierto de nuevo sus puertas tras permanecer un año cerrado por motivos de seguridad. El concejal del distrito, Alberto Serrano, ha inaugurado hoy la primera de las dos exposiciones que albergará el edificio en el último trimestre del año: ‘Puro Arte’, que se podrá visitar de manera gratuita hasta el próximo 22 de noviembre y ‘Galdós: homenaje al pintor’.
Serrano ha explicado que “para la apertura del Silo se han realizado diversas actuaciones de envergadura que, sin embargo, no han tenido repercusión económica para la junta municipal”. Estos trabajos han consistido en la sustitución del grupo de presión de la instalación contra incendios, así como en la reparación del ascensor.
De esta manera, la ciudadanía volverá a disfrutar de este edificio histórico con forma poligonal, que albergará exposiciones y eventos culturales. Además, la última planta es un mirador desde donde se pueden contemplar unas vistas privilegiadas de todo el distrito de Hortaleza, alcanzando también a las Cuatro Torres, Barajas o la sierra madrileña. El Silo está abierto de lunes a sábado, de 10.00 a 14.00 h y de 17.00 h a 21.00 horas.
Puro Arte, organizada por la Asociación Española de Pintores y Escultores, muestra al espectador una selección de obras de diferentes estilos, artistas vanguardistas y contemporáneos bajo un denominador común, el apoyo a la creación y difusión artística. Serrano ha manifestado que “trabajaré para que el Silo se convierta en un centro expositivo de referencia en Madrid”.
Por otro lado, los demás centros culturales de Hortaleza volverán a albergar exposiciones, que se podrán visitar hasta final de mes siguiendo todas las recomendaciones higiénico-sanitarias para evitar la propagación de la COVID-19. En el Centro Cultural Carril del Conde, la artista María del Campo Moyano expone una colección de pintura. Por su parte, el Centro Cultural Hortaleza acoge la muestra Kilómetro cero, de Rafael Martínez Ranedo.
Edificio histórico
El Silo fue levantado en el año 1928 en la quinta de la Huerta de la Salud, tras un encargo del jurista Pedro Tobar que adquirió esta parcela, originalmente propiedad de los duques de Frías, a finales del siglo XIX. La parcela se convirtió en un complejo agrícola-industrial, que contaba con graneros, establos, unas torres y posteriormente el Silo, uno de los primeros edificios de hormigón armado de España.
En su tiempo, el Silo formaba, junto al Granero y al Palomar, desaparecidos ambos en la década de 1970, una terna de monumentos que causaban admiración, ya que se posaban las cigüeñas que anunciaban a los vecinos la llegada de la primavera. En 2002, el Ayuntamiento de Madrid acometió una rehabilitación integral de todo este edificio de 20 metros de altura, repartidos en siete plantas.