El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha recibido en Bruselas el European Heritage Award 2025 por la restauración de la Puerta de Alcalá, un proyecto reconocido por su transparencia y participación ciudadana.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, recogió anoche en Bruselas el European Heritage Award/Europa Nostra Award 2025 concedido a la restauración de la Puerta de Alcalá, "el máximo reconocimiento que otorgan la Comisión Europea y Europa Nostra para destacar los proyectos más sobresalientes en materia de conservación del patrimonio", ha informado el Ayuntamiento.
La ceremonia de entrega, celebrada en el Studio 4 de La Maison de la Radio de la capital belga, reunió a representantes de los 30 proyectos premiados, con iniciativas como el Ayuntamiento de Amberes (Bélgica), la Fortaleza de Peniche (Portugal) o el antiguo Museo Municipal de Nicosia (Chipre).
Durante la ceremonia, la restauración de la Puerta de Alcalá también fue distinguida con el Premio del Público 2025, tras obtener el mayor número de votos en la votación abierta a nivel europeo.
Almeida ha destacado que este reconocimiento lo ha recogido "en nombre de todos los profesionales que han realizado un trabajo verdaderamente extraordinario en la restauración", así como del pueblo de Madrid, que agradece de todo corazón este gesto de afecto.

La restauración, iniciada en 2022 por el Ayuntamiento de Madrid, ha sido reconocida por "su ambiciosa restauración, que combinó la integración de métodos científicos modernos con técnicas tradicionales de restauración", en palabras del jurado.
La intervención ha sido valorada como "un nuevo referente europeo en materia de transparencia, investigación y compromiso ciudadano". Además, el jurado pone en valor que cerca de 12.000 personas participaron en el programa 'Abierto por restauración', que permitió subir a los andamios y conocer de cerca el proceso de conservación.
En la actuación, participaron más de un centenar de especialistas, entre restauradores, arquitectos, ingenieros, historiadores, canteros, herreros y escultores, quienes emplearon herramientas tradicionales y tecnología punta, desde escáneres láser 3D hasta estudios de laboratorio de materiales.
La restauración respetó los valores históricos y materiales del monumento e incorporó medidas de conservación preventiva, como sensores ambientales que monitorizan vibración, humedad y comportamiento estructural, así como un sistema ecológico de control del biodeterioro mediante vuelos disuasorios de aves rapaces.