Médiums, patólogos, amor y crímenes durante la Exposición Universal de Barcelona, en la nueva novela de Leceaga

Intriga, asesinatos, traiciones, misterio, amores difíciles y secretos ocultos, en el contexto convulso de la Barcelona de finales del siglo XIX, cabe en cuarta novela de Alaitz Leceaga, con el objetivo de capturar la atención del lector desde las primeras páginas.

Volviendo al registro de su primera novela, El bosque sabe tu nombre (2018), Leceaga se vale del suspense y de lo sobrenatural para tejer una aventura en torno a un contexto histórico en plena ebullición. "Me parecía una etapa maravillosa para enmarcar una novela, con la Exposición Universal y el choque entre la Barcelona más tradicional y el mundo moderno", afirma.

Sin embargo, el germen de la historia fueron Mina y el doctor Ellis, la pareja protagonista de investigadores. "Fue lo primero que empezó a perseguirme. Cuando en 2021 gané el Fernando Lara con mi tercer libro, ya tenía en la cabeza ambos personajes. Tenía claro que me hacía falta un contexto en el que pudieran brillar", explica.

La Barcelona de finales del XIX es un ciudad en pleno cambio, convulsa por los movimientos anarquistas y en la que, además, lo sobrenatural estaba muy presente. "En esos años, el espiritismo estaba muy en boga. Las médiums eran celebridades y acudían a fiestas lujosas para hacer sus sesiones", apunta Leceaga.

– ¿De dónde viene el interés por el espiritismo?

– En la época de la novela, a finales del siglo XIX, causaba absoluta fascinación, sobre todo entre las clases altas. Cuando tuve claro el tipo de personaje que iba a ser Mina, supe que tenía que ser espiritista, porque le iba a permitir una libertad de movimiento en ese círculo lleno de lujo y 'glamour', que no tenían ni las mujeres de clase alta.

– ¿Por qué el término médium tiene hoy en día connotaciones despectivas?

– Es verdad que nuestra perspectiva sobre las médium ha cambiado mucho. Ahora, se las ve como charlatanas o timadoras, pero, en ese momento, estaban muy bien consideradas. Se les consultaba sobre matrimonios importantes, asociaciones empresariales, folletos políticos…

Mina Índigo, la protagonista, es precisamente una médium muy solicitada en la ciudad. En su céntrico palacete organiza sesiones de espiritismo para damas de la alta sociedad, pero, en realidad, es una experta investigadora que usa sus contactos para obtener información comprometedora de sus clientes. En la Barcelona de 1888, Mina y el nuevo patólogo forense, el británico doctor Ellis, se verán implicados en un asesinato que conmocionará a la ciudad.

"Esta novela es una historia de misterio al estilo clásico, con resolución del crimen y persecución de la verdad. Y todo, con ese pequeño componente mágico que ya estaba presente en mis anteriores libros», indica la escritora bilbaína.

Tal y como la propia autora reconoce, en su última novela se percibe la sombra de Carlos Ruiz Zafón, uno de sus autores de cabecera. "Soy 'zafoniana' absoluta y confesa. En Las dos vidas de Mina Índigo es evidente su influencia y de la Barcelona gótica y misteriosa. Su literatura me ha marcado mucho desde que era muy joven y leí El príncipe de la niebla", confiesa Leceaga.

Pero, no sólo se reconocen los ecos de Zafón. En la novela se reconoce también la influencia del Holmes de Conan Doyle o de Agatha Christie, entre otros.

"Reconozco que mi manera de escribir se nutre los autores que he leído y admiro. Al final, lo que intento es escribir las novelas que me gustan como lectora. Muchos lectores me dice que leer mis libros es como ver una película o una serie. Es algo que también me gusta como lectora y creo que en los diálogos es donde más se aprecia el carácter de los personajes, su manera de ser y de pensar», explica Leceaga, que recuerda que ya se está preparando una serie con su primer libro, El bosque sabe tu nombre.

El amor en los tiempos de la 'Expo'...

Por supuesto, el amor también está presente en la novela, con una trama romántica entre la pareja de investigadores, que son el eje central del libro. "Los personajes son para mí el principio y el final de todo y por eso quería enmarcarlos en una época muy potente e interesante".

– Los protagonistas de la novela, Mina y el Dr. Ellis, se enamoran, a pesar de ser como el día y la noche. ¿Contrapone lo espiritual frente a la ciencia?

– Sí, esa era mi intención. Mientras Mina es una persona totalmente espiritual, que se deja llevar por sus impulsos, el Dr. Ellis, que será su compañero, es médico forense, un hombre de ciencia. Representa la modernidad del siglo XX que está a punto de llegar. Entre ellos se produce ese pequeño choque, a pesar de que luego se van a entender muy bien...

– De ahí la subtrama romántica...

– Puede que, de mis cuatro novelas, sea ésta la que más carga romántica tenga. Mina y el forense primero establecen una sociedad para resolver el crimen, pero esa relación va a ir evolucionando hacia algo más romántico. Y van a tener que encontrar la forma de superar la manera tan distinta que tienen de ver el mundo.

Y para describir todo este mundo, la autora abordó un proceso de documentación arduo e intenso. "Creo que es una parte muy importante previo al proceso de escritura. Además, me gusta darle lector detalles de cómo era la comida, los vestidos o las lámparas de la época, porque les ayuda a meterse aún más en la historia".

En cuanto al futuro de los protagonistas, aún no está decidido, "aunque, si los lectores demuestran tener interés, quizá vuelva al universo de Mina y Ellis", finaliza Leceaga.