El CA2M Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid inaugura hoy la exposición Trémula, del artista Javi Cruz, que podrá visitarse hasta el próximo 25 de abril, con entrada gratuita, ha informado el Gobierno regional.
Una muestra que es el relato de un chopo -científicamente llamado Populus Tremula o chopo temblón- que plantaron en los años 80 junto al edificio donde creció y vive actualmente en el barrio de San Blas, y que fue talado el pasado año debido a una enfermedad.
Producida íntegramente para esta ocasión, y después de varios meses de trabajo en los espacios del museo, Trémula se constituye como un manual de uso para una segunda vida de las cosas, un contexto propicio a la emergencia, tanto de existencias como de relatos, donde las cosas se vuelvan disidentes con lo real y la ficción se pueda convertir en ley.
Las vidas del árbol y las que emergen de sus restos se entremezclan con muchas historias individuales y colectivas: el grafiti como arqueología; el fin de un bar; el alfabeto que surge de la corteza vegetal; la resiliencia de una planta doméstica; una ventana transmutada en maceta; la cristalización de un botellón o, incluso, la recuperación de una pieza suya anterior para este mismo espacio del CA2M, Temple, realizada en 2018 para la exposición Querer parecer noche.
El pulso de una generación
La relevancia del trabajo de Javi Cruz pasa por cadenas de implicación, de apropiación o de colaboración, formas de hacer que la obra nunca sea de un artista solo, sino que recoja el pulso de una generación.
En este caso, la exposición cuenta con el diseño de luces de Cristina L.Bolívar; la asesoría en química de Alejandro Gómez Pérez, y en micología de Juan Luis H.Cardós; piezas invitadas de los artistas Esther Gatón y Paco Graco; carbón, de Fernando Gandasegui; compost biochar, de Iñaki Álvarez, producido en Nyamnyam; trabajo en cristal de la Real Fábrica de Cristales de La Granja; diseño de publicación, de Andrea González, y documentación fotográfica, de Jorge Anguita Mirón.
En este sentido, Javi Cruz tiene que ver con algunas de las formas de producción que ocurren en Madrid a día de hoy y que caracterizan a su escena cultural contemporánea: una cierta agilidad al recoger acontecimientos políticos y sociales y dotarlos de potencia simbólica, además del cuidado en la preservación de su complejidad; una orgánica y desacomplejada fluidez entre disciplinas y una capacidad extraordinaria para calmar las ansiedades narrativas que sufrimos colectivamente en la posmodernidad.
Sobre el artista
Javi Cruz trabaja en proyectos relacionados con el dibujo, el hecho escénico, la albañilería y las potencias performativas que encuentra en la oralidad y otras textualidades.
Individualmente o desde los colectivos Elgatoconmoscas y PLAYdramaturgia, ha trabajado en diversos contextos locales e internacionales, más o menos institucionales, como artista.
Colabora en procesos escénicos con Cris Blanco (Bad Translation), Claudia Faci (Los trabajos del amor), María Jerez (Yabba, The Stain), Aitana Cordero (Los besos), Nyamnyam (Comida, 8.000 años después) y Cuqui Jerez (Las Ultracosas, Mágica y elástica) con residencias y muestras en el circuito escénico internacional.
En 2019 inicia, junto a Jacobo Cayetano (Zuloark), Bosque real, una plataforma para revisar, desde la contemporaneidad, la dimensión natural de nuestras ciudades, salvaguardar patrimonios olvidados y volver a relatarlos desde múltiples perspectivas de rescate.
En estrategias similares a las que han dado lugar a Trémula, su primera declinación tuvo la forma de festival, para abordar el territorio y la biografía de la Casa de Campo de Madrid.