'La cocinera de Castamar', amor, venganza y lecciones de cocina, en la Corte de de Felipe V

Hugo Silva, quien se mete en la piel de Enrique de Arcona, duque de Soto, señala en una entrevista que esta ficción histórica “va a sorprender al espectador”, ya que suceden cosas que “no se esperan para la época en la que está ambientada”. Además, reconoce que esta manera “moderna” de encarar la historia es lo que le atrajo del proyecto.

“Tanto la realización, como la representación, van un poco a la contra de lo que tenemos pensado de cómo es la época. La serie está ambientada en la España de 1720, pero la realización, la iluminación, y los ángulos de cámara son muy modernos, es muy atrevida en eso, y por eso, creo que va a sorprender y a enganchar bastante”, afirma el actor.

Sobre su personaje, presentado como el antagonista al inicio de la historia, Silva avanza que ha sido "muy divertido" interpretarlo, ya que "es muy político, tiene muchos tentáculos que mover para manipular todo. Es un tipo muy calculador, muy frío, te caería bien si le conoces, porque pertenece a la corte y es educado, pero luego tiene muchísima oscuridad; puede ser muy agresivo y temible”.

La ficción histórica consta de 12 episodios, se ha estrenado este domingo en la plataforma Atresplayer Premium y, posteriormente, se podrá ver en Antena 3.

La cocinera de Castamar, basada en la novela homónima de Fernando J. Múñez publicada en 2019, sigue a Clara Belmonte (Michelle Jenner) y Diego, el duque de Castamar (Roberto Enríquez), ambos con un pasado doloroso, pero a quienes les cambiará la vida al conocerse.

El duque es uno de los nobles más respetados de la Corte, y una de las personas de confianza de su majestad Felipe V, que desde que enviudó ha abandonado sus obligaciones y tiene la presión añadida de contraer matrimonio nuevamente para traer al mundo un heredero.

Aunque la diferencia de clases condenará su amor desde el inicio, Clara será quien le devuelva las ganas de vivir, una mujer de buena familia que cae en desgracia, "sufre agorafobia por un trauma, está sola y tiene que buscarse la vida para sobrevivir", cuenta la actriz.

“Ambos personajes están en momentos un poco oscuros de su vida, y están sufriendo, son unos supervivientes los dos (...), por lo que, en algún momento, según vaya avanzando la historia van a ver un poco la luz el uno en el otro”, añade.

“A pesar de la diferencia de clases y de que el resto se oponga a esa relación, ambos van a luchar por sus sentimientos y por lo que quieren. Son dos tipos bastante valientes, porque no es fácil ir a la contra de lo que marca tu propio destino, tus creencias o tu clase”, apostilla Enríquez.

Sin embargo, la diferencia social y hacer frente a la venganza de Enrique de Arcona, no serán los únicos problemas a los que se va a tener que enfrentar el Duque de Castamar, puesto que, su madre Doña Mercedes (Fiorella Faltoyano) está empeñada en que el ducado tenga descendencia, trata de que su hijo contraiga matrimonio con la noble Amelia Castro (María Hervás), y para conseguirlo se alía con Arcona.

“La necesidad que tiene mi personaje de sobrevivir en ese enjambre de manipulación es asombroso -incide Hervás-. Me lo he pasado genial interpretando a Amelia, porque es una persona que tiene un arco muy claro, empieza desde un lugar muy ingenuo, muy infantil e inocente, pero poco a poco se va a ir transformando, va a haber una evolución. Y eso es súper interesante”.

Por su parte, Enríquez, en defensa del personaje de Faltoyano, afirma que su madre es “una buena madre y hace lo que hace por su hijo y porque está preocupada. No es consciente del engaño y la trampa que le está tendiendo el Duque de Soto”.

El reparto de La cocinera de Castamar -dirigida por Iñaki Peñafiel y Norberto López Amado- también cuenta con Maxi Iglesias, Paula Usero, Silvia Abascal y Jean Cruz, entre otros.