Esta Ruta Xacobea fue un itinerario empleado por las tropas que marcharon a las Cruzadas y que, hoy en día, se puede recorrer para desentrañar una época fascinante de la historia.
“A mis oídos han llegado protestas de peregrinos obligados al pago de impuestos. Sepa, Gobernador, que hace 400 años, los ejércitos cruzados de camino a Tierra Santa para combatir al Infiel, arribaron en esa Ría para peregrinar a Compostela. Sepa que por expreso deseo del Rey Fernando II, Noia se convirtió en el ‘Portus Apostoli’, para dar un puerto a la ciudad del apóstol. Sepa también que el navegante veneciano Pietro Quierini, detuvo sus naves en Muros para implorar la protección del Apóstol Santiago en su odisea por los mares del Norte. Esta tradición de siglos, es la que vuecencia pone en peligro con su conducta. Le conmino a que permita a los que arriben a sus costas peregrinar libremente hasta la Santa Iglesia Catedral de Compostela. Así lo ordeno y mando. Yo, Carlos I de España, V de Alemania y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico”.
Se trata de uno de los caminos más ‘jóvenes’, pues su reconocimiento como Ruta Xacobea se dio en diciembre de 2020. Ofrece, no obstante, una historia que perdura desde siglos atrás. Un itinerario que recorre puntos muy importantes de la ría, en un entorno maravilloso y emocionante que el peregrino recorrerá a lo largo de las cinco etapas que componen este camino.
Se trata de una ruta que utilizaron los ejércitos de nobles del norte de Europa que partían a las Cruzadas, en concreto a la tercera, previa participación en el asedio de Lisboa, en 1147. Se han encontrado evidencias históricas de que los cruzados llegaban a Santiago de Compostela vía marítima, accediendo desde el puerto de Noia. Se trata, por tanto, de una ruta apasionante, que permite recrear el itinerario que emprendían soldados medievales para visitar la tumba del Apóstol Santiago.
Siglos después, los peregrinos pueden recorrer y visitar en su camino los vestigios de aquella época, como la Iglesia de San Martiño de Noia, la Iglesia de San Pedro de Muros, el medieval puente de Pontenafonso, el Monasterio de San Xusto, la Necrópolis Chan do Codeso o Martelo o el mirador de la Atalaya de Porto do Son.
A través de estas cinco etapas que conforman el camino, se puede conocer cada una de las puntas de la ‘estrela’ que representa a la ría. Y lo que es más importante, poner en valor el papel del puerto de Noia como ‘Portus Apostoli’, pues es considerado históricamente el puerto de la ciudad de Santiago.
Aunque todas las rutas xacobeas tienen diferentes atractivos, el gran aliciente de la ruta de Muros-Noia es el perfecto equilibrio entre la flora y la fauna de la comarca. A través de esta ruta se pueden recorrer desde zonas verdes, hasta diversos pueblos cercanos a la desembocadura del río Tambre, así como cruceros, hórreos y valiosas edificaciones de gran valor histórico.
Además de ser un paisaje que combina tierra y agua, el Camino de Santiago desde la desembocadura del río Tambre tiene la distancia perfecta para recorrerlo en pocos días. En este sentido, hay que añadir que la distancia media de sus tramos es muy inferior a la de otras rutas jacobeas, y su recorrido es más estable, por lo que será más cómodo a la hora de disfrutar del paisaje.
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