El Museo del Prado ya expone en sus salas la donación del cuadro 'Busto de mujer', primera obra de Picasso que estará expuesta en este siglo XXI en la pinacoteca y que, en palabras de su director Miguel Falomir, no abre una nueva etapa de reclamaciones por otras piezas de este autor.
"Se ha hablado mucho de si esto es un plan o una estrategia para traer el Guernica, y yo ya he dicho mil veces que está maravillosamente bien en el Reina Sofía. Está donde tiene que estar y no hay, ni habrá, ninguna reclamación", ha señalado Falomir durante la presentación del cuadro, donada a American Friends of the Prado Museum gracias a la generosidad de Aramont Art Collection.
Falomir ha defendido la aceptación de esta donación, que "no es ni un capricho, ni una ocurrencia", sino una "decisión históricamente irreprochable" debido a la influencia del Prado en Picasso. Además, ha reiterado que se ha hecho todo de manera acorde con la legislación vigente.
"Ni el Museo del Prado, ni el Ministerio de Cultura cometen actos ilegales y todo lo que se hace se ajusta a la legalidad", ha remarcado, para luego recordar que la Ley de Autonomía del Prado -que no pone limitaciones a las donaciones- está "por encima" de Reales Decretos.
El presidente del Patronato, Javier Solana, también ha insistido en que todo el proceso se ha hecho bajo la legalidad vigente. "Conozco bien las normas del Prado, fui ministro de Cultura", ha apuntado, al tiempo que explicaba que la operación se hizo, desde el primer momento, con el conocimiento del Ministerio y del Reina Sofía.
La voluntad del donante "es sagrada"
Busto de mujer estará colgada en la sala 9B del Prado dedicada a retratos del Greco y junto a El bufón de calabacillas, de Velázquez. La donación será por cinco años, pero a partir de este periodo, "si no ocurre nada excepcional", terminará recalando en el Prado. "La voluntad del donante es sagrada", ha remarcado Falomir.
Durante la presentación, ha surgido el ejemplo del depósito desde el año 2016 de la obra Retrato de Felipe III, de Velázquez, también ofrecido por la American Friends, y que, tras cinco años, ha pasado a formar parte de la pinacoteca. El hecho de que este tipo de donaciones sea por cinco años se debe a la legislación americana.
Solana ha defendido que la presencia de un Picasso en el Museo del Prado supone un "enriquecimiento del Patrimonio Nacional", en una operación que "se ha hecho para no ofender a nadie y que todo el mundo pueda estar contento". "Para mí es un gran día y este cuadro estará aquí lo que el tiempo nos depare", ha señalado.
"Siento felicidad y satisfacción, porque la operación se ha hecho con inteligencia y un cuidado y tratamiento exquisito por parte del Gobierno, el Ministerio de Cultura y las conversaciones inteligentes y sensibles con la presidenta del patronato del Museo Reina Sofía, Ángeles González-Sinde", ha apuntado el presidente del Prado.
Picasso, en el Prado a los 15 años
Busto de mujer, realizado en 1943, es una muestra de la respuesta de Picasso a la violencia de la II Guerra Mundial. En muchas de las imágenes femeninas pintadas en ese periodo, el artista deformó los rasgos de las figuras de un modo radical. En esta, pintada en un sólo día, el 7 de octubre de 1943, lo hizo con trazos rápidos y muy seguros.
La elección del cuadro El bufón Calabacillas de Velázquez como acompañante de esta pintura picassiana no es casual, puesto que en la primera visita al Prado de Picasso, cuando apenas había cumplido los 15 años, plasmó una copia de esta obra en lápiz de plomo en el cuaderno que le acompañó.