Se ha aprobado este martes el Real Decreto que pone fin a la crisis sanitaria por la COVID19 en España y, por tanto, a la obligatoriedad del uso de las mascarillas en centros de salud, hospitales, farmacias y centros sociosanitarios.
"El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, de forma consensuada y con la ponencia de alertas a través de los expertos que componen la misma de cada una de las CCAA, consideran que la COVID19 ha sido controlada y, aunque la enfermedad sigue presente, ya no supone una situación de crisis sanitaria", ha apuntado José Miñones, que ha aclarado que su entrada en vigor será efectiva el mismo día de su publicación en el BOE.
El ministro ha recordado que la situación epidemiológica, desde noviembre de 2022, da muestra de "una tendencia decreciente" en lo que respecta a fallecimientos y hospitalizaciones por SARS-CoV-2. Esto, junto con el hecho de una menor virulencia de la variante Ómicron, la alta tasa de vacunación de la población española (93%) y la tasa de infección natural de la población española, lleva a concluir que "esta enfermedad ya no constituye una situación de crisis sanitaria en España", ha insistido.
Así las cosas, Miñones ha aclarado que "la situación pasa a ser la misma que había antes del decreto de crisis y, por lo tanto, la anterior al año 2020". Por lo tanto, "hoy en el Consejo de Ministros del día 3 de julio hemos acordado, tres años después del comienzo de la pandemia, poner fin de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID19. Así, hemos adoptado que, además, decaigan todas las medidas extraordinarias que hubieran sido acordadas ligadas a esta crisis sanitaria y con especial atención, como muy esperado, la de la obligatoriedad de la mascarilla allí donde se mantenían", ha añadido.
"Creemos que damos un paso muy importante. Cerramos hoy un episodio provocado por la pandemia, que ha causado estragos en todo el mundo, dejando millones de contagios y miles de muertes", ha señalado.
Mascarillas: "recomendables", pero no "obligatorias"
En lo que respecta al fin de la obligatoriedad de las mascarillas, ha recordado que los consejos de los expertos inciden en la necesidad de "la cultura de responsabilidad".
Aunque ha finalizado la crisis, ha añadido que "sigue siendo altamente recomendable su uso, pero no obligatorio". Además, "consideramos que es importante mantener la cultura de responsabilidad que hemos adquirido a lo largo de estos años. Creo que es muy importante mirando atrás haber aprendido de todo esto".
"Las recomendaciones se centran en los centros sanitarios, en la necesidad de reforzar el uso de la mascarilla en determinados contextos y siempre para aquellas personas que sean sintomáticas en los espacios compartidos, como pueden ser en las salas comunes de los centros hospitalarios, pero también en el caso de los profesionales", ha señalado.
Asimismo, se recomendará que los profesionales sanitarios la lleven cuando estén tratando con casos sintomáticos o con pacientes ingresados en la UCI. "En unidades de pacientes que sean vulnerables, se recomienda el uso de la mascarilla, al igual que en el caso de cualquier persona que tenga síntomas", ha remachado el ministro.
En este punto, Miñones ha recordado la importancia de las vacunas para haber podido aprobar el mencionado decreto, y ha criticado que haya "antivacunas" en las instituciones. "A pesar de que nunca creíamos que podríamos estar en una situación como la que estamos, tenemos antivacunas al frente de las administraciones. Por lo tanto, yo creo que nuestro mensaje tiene que ser claro: las vacunas salvan vidas", ha sentenciado el ministro.
Al hilo, ha destacado la presencia de la vacuna de Hipra, "otro de los grandes avances" de estos últimos años, ya que permite "afrontar con mayor seguridad el futuro ante cualquier adversidad o situación de crisis".
Por último, ha recordado que, de septiembre a octubre, se iniciará en España una nueva campaña de vacunación para los mayores de 60 años contra la COVID19, en donde se incluirá la vacuna española, también para los profesionales sanitarios.
Precaución, por la COVID19 y otras patologías
Por su parte, el Defensor del Paciente ha mostrado su rechazo al Real Decreto por el que se pone fin a la obligatoriedad de las mascarillas en centros de salud, hospitales, y residencias.
"Entendemos que en estos lugares hay personas con patologías, defensas bajas y aglomeraciones donde se pueden producir contagios, fundamentalmente en personas mayores y enfermos crónicos", ha apuntado en un comunicado su presidenta, Carmen Flores.
Por ello, la organización reclama que "se valore esta circunstancia", ya que "no sólo todavía hay infectados por la COVID19, sino también patologías que a veces no están diagnosticadas". Así, el Defensor del Paciente recomienda ponerse la mascarilla en estos centros "por precaución".