La natación puede ser muy efectiva para aliviar dolores en diferentes partes del cuerpo, tanto es así que los especialistas la recomiendan como terapia para superar lesiones. La actividad en el medio acuático presenta múltiples beneficios.
A nivel traumatológico, permite realizar movimientos repetidos contra resistencia, mientras que la flotación disminuye los problemas derivados del impacto repetitivo al que le condiciona nuestro propio peso, por efecto de la gravedad.
A su vez, todo ejercicio en el agua requiere un esfuerzo añadido de equilibrio que contribuye a generar un estímulo mantenido de propiocepción, es decir, la comunicación, a nivel inconsciente de la posición, inercia, velocidad, etc. de nuestras articulaciones, músculos, tendones, etc.
Además, acelera el arco reflejo medular, la médula es como un segundo cerebro, inconsciente en gran medida, que recibe información instantánea y responde a la misma de forma inmediata, generando contracción o relajación de los músculos, de forma coordinada, con lo cual se consigue el objetivo establecido por nuestro cerebro consciente.
Como tratamiento de recuperación
Se puede tratar cualquier dolencia que afecte al sistema músculo-esquelético, en la medida que se puede realizar en el agua prácticamente cualquier ejercicio que de forma habitual se realiza para la recuperación de las lesiones.
Si bien la natación se ha denominado jocosamente el 'paracetamol de los traumatólogos', en la actualidad se observa un intenso incremento de su práctica, junto a todo tipo de ejercicio en el agua y deportes relacionados con la misma.
Típicamente las lesiones de columna han sido objeto de la recomendación de la natación como tratamiento o como ayuda a su tratamiento. Pero, cualquier lesión es susceptible de beneficiarse de las condiciones tan especiales que conlleva el hacer ejercicio en el agua.
Un estilo de natación para cada lesión
Cada lesión presenta matices que requieren una adaptación de la natación o el ejercicio en el agua a su circunstancia.
Podemos mencionar, por ejemplo, la recuperación del hombro, que se beneficia de ejercicios con los brazos por debajo de la horizontal o la natación a braza con una brazada baja.
Así, los traumatólogos especialistas de Quirónsalud recomiendan:
- Nadar en todas sus variedades, ya sea braza, estilo libre, espalda o mariposa, que ejercitan en cada caso distintos grupos musculares.
- Se pueden practicar deportes como aquagym, acuafit, acuagac, acuabalance, acuacardio, acuawater, acuaextrem, acuazumba e hidrospinning.
Las posibilidades son enormes, teniendo en cuenta que los beneficios de cualquier actividad física pueden trasladarse y multiplicarse dentro del agua por el efecto falta de gravedad, que disminuye el impacto de las circulaciones y el hecho de que el agua ofrece una resistencia constante al movimiento, que se puede aumentar o reducir dependiendo de los materiales y la profundidad a la que se realiza.
Es por esto, que hacer 'spinning' en el agua es una buena opción si se pretende reducir esa presión de los discos intervetebrales al sentarse y hacer ejercicio. El mero andar, si se hace descalzo permite estimular los receptores sensoriales de los pies al caminar por la arena. El acuarunning consiste en correr en el agua y, en función de donde llegue el agua, esta ofrecerá más o menos resistencia, lo que disminuye el impacto articular en la carrera y mejora el equilibrio.
Qué es la terapia acuática
El concepto de terapia acuática (hidroterapia) incluye múltiples aspectos de nuestra fisiología y psicología. No sólo los relacionados con el aparato músculo-esquelético de forma directa, sino también los dirigidos a favorecer sus efectos relajantes, tonificantes, incluso químicos si se realiza en el mar, los cuales suponen un inmenso arsenal terapéutico, que adecuadamente usado y dirigido puede contribuir de forma muy significativa, no sólo al tratamiento, sino a la prevención de muy diversas patologías y a la mejoría de nuestra salud.
Beneficios de la terapia acuática
Entre los beneficios de la terapia acuática encontramos:
- La capacidad para producir una disminución de las contracturas musculares.
- Alivio de lumbalgias y tendinitis, entre otros.
- Acción sedante y analgésica.
- Relajación física y psíquica, que puede ayudar a reducir el estrés y los estados de ansiedad.
De forma muy general se puede decir que la hidroterapia puede estar contraindicada en caso de inflamación aguda, infecciones activas, fiebre, insuficiencia renal y cardíaca y patologías oculares, cutáneas….
En cualquier caso, lo más seguro y eficaz es realizar, cuándo menos al inicio, estos ejercicios de forma supervisada y dirigida por un monitor/monitora especializados.
En Quirónsalud, nuestros especialistas te recomendarán el mejor tratamiento para tu lesión y te acompañarán en el proceso de recuperación.