La Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital de La Princesa ha atendido a más de medio centenar de personas desde que comenzó a funcionar en marzo. El objetivo, el bienestar del paciente, trasladando a su hogar toda la tecnología y el tratamiento necesarios para su recuperación.
Dependiente del Servicio de Medicina Interna, está formada por un equipo multidisciplinar con profesionales médicos, enfermeras, técnicos de cuidados auxiliares de enfermería, farmacéuticos y miembros de la Unidad de Trabajo Social.
El objetivo, el bienestar del paciente, trasladando a su hogar toda la tecnología y el tratamiento necesarios para su recuperación, para lo cual se debe contar con el acuerdo del paciente y su cuidador principal mientras dure el ingreso. Además, la trabajadora social, de manera reglada, realiza una valoración individual de cada uno de ellos para confirmar la idoneidad del proceso.
El equipo asistencial visita al paciente diariamente hasta ser dado de alta; de igual forma, le facilita la medicación necesaria e instruye sobre cómo tomarla o administrarla, así como en realizar los cuidados necesarios de accesos venosos, si los hubiera, y otros aspectos médicos. En caso de necesitar alguna consulta adicional en cualquier momento del día, dispone de un teléfono que es atendido por profesionales del equipo.
Una única derivación hospitalaria
La mayoría de los beneficiarios de esta Unidad proviene del Servicio de Medicina interna (85,6%) y el resto, de Urgencias (15,4%). De todos ellos, tan sólo uno ha tenido que ser derivado al hospital por una complicación ajena al proceso que motivó el ingreso, mientras que el resto ha podido resolver el problema de salud que presentaba sin ninguna incidencia importante.
En cuanto a las patologías, destacan las infecciones urinarias, prostatitis, pielonefritis, celulitis, neumonías con necesidad de oxigenoterapia, espondilodiscitis, endocarditis y meningitis, así como descompensaciones de insuficiencia cardiaca congestiva.
La Hospitalización a Domicilio presenta múltiples ventajas para los pacientes, entre las que destaca poder superar su enfermedad desde la comodidad de su casa junto a sus familiares o cuidadores; por otra parte, se disminuye la tasa de complicaciones por infecciones relacionadas con el entorno sanitario, y se adquiere una mayor implicación en su autocuidado y en la toma de decisiones acerca de su salud.
También repercute positivamente en la disminución de la presión asistencial del centro, es eficiente y, por tanto, contribuye a la sostenibilidad del sistema.
Con respecto a la percepción que los pacientes tienen de esta nueva modalidad de atención, las encuestas arrojan resultados muy satisfactorios, ya que el 100% elegiría de nuevo ingresar en domicilio si lo precisaran en un futuro.
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