Para empezar, a partir del 4 de mayo, fecha en la que comienza la Fase 0, los restaurantes podrán servir comidas para llevar a domicilio, pero no para consumir en el local.
Después, el 11 de mayo, todos los territorios que pasen a la Fase 1 del plan, podrán empezar a abrir bares y restaurantes con terraza, excluyendo el servicio en el interior, y con determinadas limitaciones.
Sólo se podrá ocupar el 30% de las mesas permitidas en cada terraza según su licencia municipal. El documento del gobierno señala que “podrán tener mayor número de mesas si el ayuntamiento permite más espacio disponible, respetando la proporción mesas/superficie del 30% y con un incremento proporcional del espacio peatonal en el mismo tramo de la vía pública”.
En la Fase 2, se autorizará el consumo en el local, con más de 70 metros cuadrados, con servicio de mesa limitado a un tercio del aforo y separación tanto entre los comensales como entre las otras mesas, prohibiendo el consumo en barra. Esta fase tiene como fecha orientativa el 25 de mayo, pero sólo se aplicará si la provincia en cuestión cumple los requisitos epidemiológicos que establezca el Ministerio de Sanidad. Las discotecas y bares nocturnos seguirán estando cerrados.
En la Fase 3, se ampliará el aforo al 50%, y se autorizará el consumo en barra, siempre que se garantice la separación mínima de 1,5 metros entre los clientes. Las terrazas también ampliarán su espacio al 50%, y discotecas y bares nocturnos podrán abrir con el aforo limitado a un tercio de su capacidad.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señaló que en esta fase cero se va a “apostar” por el pequeño comercio y locales de restauración con cita previa. “Antes nos gustaba comer una paella en un restaurante, pero ahora se lo tendremos que pedir al cocinero, recogerla y nos la llevaremos a comer a casa. Tenemos que ir aprendiendo a autoprotegernos y proteger a la sociedad del contagio del virus”.
Reacciones
El Ayuntamiento de Madrid, a través de su área de Economía y Empleo, ha señalado que enfocarán sus esfuerzos en que los establecimientos “tengan la ayuda suficiente para poder realizar su actividad a pesar de las restricciones que les impiden seguir con su normal actividad”.
Desde el área señalan que se avanzará en “la implementación de buenas prácticas comerciales adaptadas al coronavirus, y en los protocolos que verdaderamente dan seguridad a comerciantes, hosteleros y clientes”.
Mientras, desde la asociación de Hostelería de España han calificado el plan de “incoherente”, asegurando que “sería inviable abrir en estas condiciones”. Según Rafael Andrés, miembro de la asociación así como de la Asociación Madrileña de Empresas de Restauración, la mayoría de los locales con terraza en la ciudad cuentan con una media de nueve mesas, por lo que la restricción del 30% no sería viable.
A su juicio, sería más eficiente y seguro reabrir las terrazas manteniendo dos metros de distancia entre mesas.
Desde la Fravm, desean que pronto puedan volver a abrirse los negocios de restauración y hostelería para aliviar el “enorme sufrimiento en todos los órdenes de la vida, incluyendo el trabajo y la economía”, especialmente en la hostelería, pero consideran que “no es aceptable” la petición de ampliar la superficie de las terrazas realizada por el sector.
Las demandas de reducir el ancho de acera a 1,5 metros o la instalación de mesas junto a las fachadas, señalan, “no solo son contradictorias con la legislación de accesibilidad”, sino también con la necesaria distancia interpersonal al caminar, que exige como mínimo 3 metros de anchura de paso. En todo caso, insisten, solicitan la ampliación temporal de aceras eliminando si es necesario bandas de aparcamiento.
Para la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Madrid Centro, que concentra un alto número de bares y restaurantes, la ampliación de terrazas sería una “frivolidad” cuando estas actividades suponen “un altísimo riesgo” para la propagación de la Covid-19, y han pedido que no se permita el “hacinamiento” y las terrazas se trasladen a espacios urbanos abiertos.