El comerciante madrileño Luis Pacheco, autor del siguiente artículo de opinión, describe dos escenarios de políticas económicas a los que se enfrentan los empresarios autónomos en 2022.
Comenzado el 2022, el escenario al que se enfrenta un comerciante en nuestro país es demoledor. En Madrid es también muy duro, aunque algo más matizado. Pero, en algunas Comunidades, el comerciante es considerado como el “bolsillo inagotable” al que esquilmar, al que atosigar y al que someter a unas tensiones tremendamente adversas.
Suben y suben los gastos fijos, gastos que no se pueden esquivar: luz, energía, transportes, materias primas; en la mayoría de los casos, se les suben las cotizaciones, el costo de sus empleados, las tarifas de autónomos, etc.
Ante este panorama, las decisiones de los gobernantes son muy importantes y definitivas. La 'salud' de esos comercios, de esos autónomos y sus empresas penden de un hilo, llevan varios ejercicios superando dificultades muy grandes, descapitalizándose, endeudándose en muchos casos y con los dos últimos ejercicios en pérdidas.
Por ende, ya veníamos de transitar la década pasada por el calvario de la crisis de 2008 a 2011, que dejó muy dañadas las cuentas de muchos de estos establecimientos.
La capacidad de resistencia de estas pymes es infinita, elástica. Se estira a límites increíbles, pero, estamos ante una encrucijada histórica, y su permanencia en nuestra sociedad, ahora mas que nunca, depende de las disposiciones, normas y leyes de los gobernantes que deciden.
Hay claramente dos líneas políticas muy definidas. El Gobierno de Sánchez y sus socios de investidura -Podemos, Erc, Bildu, PNV, Compromís, etc.-, que apuesta por subirles impuestos, cuotas y abrasarles a tasas y subidas de costes como la luz, los transportes, los costes salariales, etc.. Para ellos, los autónomos son el enemigo a batir, el bolsillo al que escurrir, ya que han osado buscarse la vida lejos del funcionariado o de la 'paguilla' o subsidio que propone este gobierno socialcomunista, único y pintoresco en el tablero europeo.
Por el contrario, desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid se propone facilitar la vida de estos autónomos, se rebajan impuestos o se suprimen los injustos o innecesarios (donaciones, sucesiones, etc.). La política de Ayuso es referencia para todo su partido, a nivel nacional, es probado y contrastado su éxito en la mejoría de una estabilidad económica y que sostiene empresas y comercios y sujeta empleos y familias.
Madrid, con esas políticas de impuestos bajos y ayudas a los que emprenden y se juegan su patrimonio, encabeza todos los rankings en creación de empleo y en inversión de empresas nacionales y extranjeras. Su éxio no admite dudas, los números no mienten, la mayor igualdad y prosperidad viene creando trabajo y riqueza.
Por tanto, la encrucijada nos ofrece dos caminos llegado el momento de elegir: o la debacle, ruina y cierre de miles de comercios a la que nos aboca la política de Sánchez, o la certidumbre, estabilidad y futuro sostenible que propone Ayuso y sus políticas liberales económicas, que sujetan empleo y riqueza.
En nuestra mano está elegir el camino idóneo.
Si (
No(