El Hospital Gregorio Marañón ha implantado un sistema robotizado pionero en el sur de Europa para la realización de procesos de cardiología intervencionista, gracias al cual desde el pasado mes de junio se han beneficiado 65 pacientes con unos "muy buenos" resultados clínicos.
Se trata del robot 'Corindus' de Siemens, uno de los 15 que hay en Europa y el primero de España para procesos de Cardiología intervencionista, gracias al cual se incrementa la precisión y seguridad en las intervenciones coronarias, se reduce la radiación tanto a pacientes como al personal sanitario, y se acortan los tiempos de intervención.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha visitado este lunes este hospital público de la capital para comprobar el funcionamiento de esta tecnología, que se emplea para realizar angioplastias e implantes de stents en las arterias coronarias, intervenciones mínimamente invasivas de reparación con catéter que se realizan en pacientes con angina de pecho o infarto de miocardio.
Un 'robot' que permite controlar con exactitud los catéteres y alambres guía, y los implantes de balón y stents, mediante movimientos automatizados integrados con imagen de muy alta resolución, empleado principalmente en intervenciones en personas que padecen angina de pecho o infarto de miocardio.
"Este sistema robótico integra movimientos submilimétricos automatizados con imágenes radiológicas en movimiento de muy alta resolución, lo que ayuda a los especialistas a controlar con precisión los catéteres y alambres guía, así como las técnicas de reparación con balón o de implante de stents", ha explicado el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, Francisco Fernández-Avilés, que ha recalcado que se trata de "un antes y un después" en la práctica quirúrguica. "Ya es el presente", ha hecho hincapié.
En este sentido, ha recalcado que "se gana en seguridad y eficacia para el enfermo" y permite intervenciones que de otro modo no se podrían llevar a cabo. Además, ha puesto en valor que este sistema "reduce a cero" la exposición a la radiación de los profesionales que intervienen en la operación y, en el caso de la Enfermería, que juega un importante papel, "prácticamente del todo".
Sobre este punto, ha subrayado que se reduce el peligro de la aparición de tumores al evitar la exposición a la radiación entre profesionales, así como las lesiones ortopédicas de diverso tipo al limitar el uso de chalecos plomados.
En concreto, este nuevo sistema robotizado supone la incorporación de tecnología más vanguardista en el Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón. Es un robot que realiza movimientos muy precisos y controlados, y permite manejar todos los dispositivos que se utilizan para reparar con catéter las arterias coronarias.
De esta forma, se evita la variabilidad de los resultados en estos procedimientos de intervencionismo, además de permitir que la utilización de los dispositivos se haga desde fuera de la sala de intervención e incluso en remoto.
Una precisión sub-milimétrica en el manejo de los catéteres que permite el ahorro de dispositivos, al poder realizar medidas muy exactas del tamaño de las lesiones. De hecho, ya se ha demostrado que usando este robot se reduce en un 8,3% el uso de dispositivos innecesarios.
Así, los profesionales sanitarios no tienen que permanecer en la mesa de angiografía como de costumbre, ya que pueden controlar el procedimiento desde un módulo separado. Por lo tanto, están menos expuestos a la radiación y no precisan llevar puestos los equipos plomados de protección radiológica de forma permanente.
Una gran ventaja de esta tecnología es que "disminuye la peligrosa radiación del personal y reduce también los problemas óseos y ortopédicos que sufren los profesionales por el elevado peso del delantal protector de plomo, del que pueden prescindir con el robot", ha subrayado Jaime Elízaga, cardiólogo intervencionista del Hospital Gregorio Marañón.
"Más importante son los beneficios para el paciente: los estudios y nuestra experiencia demuestran que esta técnica robótica disminuye la radiación del paciente, reduce el uso de los medios de contraste, no exentos de toxicidad, y aumenta la eficacia de la intervención en comparación con la técnica manual tradicional por la precisión milimétrica de los movimientos y la disposición más adecuada de la fuente de radiación", ha concretado.
El Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón ya ha realizado 65 intervenciones con "excelentes resultados en términos de seguridad y eficacia", permitiendo el abordaje de lesiones coronarias muy complejas. De hecho, se han registrado muy buenos resultados, menor uso de contraste y buena evolución clínica de los pacientes en el seguimiento a corto y largo plazo.
La enfermera, clave en el uso del sistema
La Enfermería tiene un gran protagonismo a la hora de realizar esta técnica robotizada, ya que actualmente son los encargados de la preparación y montaje del material que se ha de usar durante el procedimiento.
La formación del equipo de Cardiología Invasiva del Hospital Gregorio Marañón ha corrido a cargo de dos enfermeras inicialmente, siendo ellas las encargadas de trasladar sus conocimientos a todo el resto de los profesionales de la Unidad, con el objetivo de que estos puedan realizar esta técnica con el robot en cualquier momento que se precise, para lo cual han realizado la primera guía sobre su uso.
Manuela Rodríguez, enfermera de la Unidad de Cardiología Invasiva, ha destacado que "es muy gratificante formar a otros compañeros en una técnica tan pionera que nos hace avanzar hacia nuevos campos en nuestra profesión y aumenta nuestra destreza y seguridad". "Hasta ahora, las enfermeras nunca habíamos introducido guías de angioplastia a través del robot y, gracias a la formación y capacitación que hemos adquirido, en la actualidad sí insertamos a través del robot la guía dentro del catéter guía y luego los médicos ya lo hacen progresar. Esta responsabilidad nos hace ser todavía más minuciosos y exigentes para seguir avanzando hacia la excelencia", ha explicado.
En concreto, mientras el médico maneja desde fuera de la sala los mandos del robot, las enfermeras comprueban el correcto montaje a través de sus sensores. Además, hay una pantalla de diálogo para comprobar que los pasos son los correctos y poder avanzar a la siguiente fase del procedimiento.
"El grado exhaustivo de conocimiento de esta tecnología por parte de las enfermeras del Hospital Gregorio Marañón ha permitido que hayan podido elaborar el primer manual en español para el correcto montaje y manejo de este sistema robótico (Corindus). Esto supone una mejora en la calidad asistencial, aportando seguridad al personal y a los pacientes", ha indicado la jefa de Área de Enfermería del Servicio de Cardiología, Maria Ángeles Palma.
El Gregorio Marañon ha sido elegido entre los 20 centros, en todo el mundo, participantes en un ensayo clínico multicéntrico denominado Navigate, que pretende demostrar la reducción de los tiempos del procedimiento intervencionista, incluyendo las últimas automatizaciones que se acaban de presentar para este robot.