Hablar del Calderón es hablar de un equipo, el Atlético de Madrid, y de una afición de leyenda. La pasión atlética marcada por el coraje y el corazón de un club por el que palpita buena parte de una ciudad que siempre tendrá a orillas del Manzanares una huella imborrable, un sentimiento de más de 50 años de vida que ahora continúan en el Wanda, el estadio Metropolitano.
Los trabajos en el ámbito Mahou-Calderón supondrán una profunda transformación en este entorno, que cuenta con una superficie de 193.800 m2. De ellos, 33.000 m2 se destinarán a uso residencial y el resto a equipamientos, vías públicas y numerosas zonas verdes.
Se contempla, además, que los primeros edificios del ámbito puedan empezar a construirse al inicio del otoño. El siguiente paso será la cubrición del tramo de la M-30 que discurría por debajo de la tribuna del estadio. El futuro parque, que ocupará lo que antes era terreno de juego, llevará el nombre del club.
A la ribera del Manzanares
Fue en 1966 cuando abrió sus puertas el entonces llamado estadio Manzanares. Tuvo que pasar un lustro de remodelaciones y obras para que en julio de 1971, el Vicente Calderón se inaugurara tal y como lo hemos conocido durante décadas, incluido el nombre en reconocimiento al empresario Vicente Calderón, quien durante 21 años, en dos etapas no consecutivas (1964-1980 / 1982-1987) estuvo al frente del club, convirtiéndose en el presidente más longevo de un equipo madrileño.
La historia del Calderón nos deja muchas curiosidades. Por ejemplo, el primer gol lo marcó Luis Aragonés, quien sería después entrenador del equipo colchonero. Fue el 2 de octubre de 1966, en un partido que enfrentó al Atlético de Madrid contra el Valencia y que se saldó con empate a uno. Y el Calderón fue testigo de dos temporadas consecutivas con un Atleti invicto: 1974-75, con 24 encuentros disputados, 16 triunfos y ocho empates; y el año siguiente con 23 partidos, 16 victorias y siete empates.
Fue también el primer recinto en el que los reyes Juan Carlos y Sofía presidieron un acto deportivo como nuevos monarcas.
Adiós a un hito arquitectónico
Diseñado por los arquitectos Javier Barros, Miguel Ángel García-Lomas y Luis Gana, en 1966, el Calderón sustituyó al estadio Metropolitano, campo atlético desde mayo de 1923. Los arquitectos tuvieron una dificultad añadida: salvar la M-30 que pasa por debajo.
Remodelado en dos ocasiones, (1972 y 1980), fue el primer estadio de Europa que contaba con asientos para todo el público. Con un aforo inaugural de 66.000 espectadores, posteriormente y por motivos de seguridad, se redujo a 55.000. No sería hasta la década de los 90, cuando las gradas fueron pintadas con los colores rojiblancos.
Hace apenas unos días, caía la última de esas gradas que quedaba en pie, con lo que finalizaba el desmontaje. La urbanización del ámbito Mahou-Calderón concluirá a finales de este año. El Ayuntamiento de Madrid prevé además que las obras de cubrición del tramo de la M-30 que discurría bajo la tribuna del estadio estén listas a finales de 2022.
El sueño continúa… en el Wanda
Más de una treintena de títulos componen el palmarés del Atlético de Madrid: diez Ligas, diez Copas del Rey, dos Supercopas de España, tres Europa League, una Recopa de Europa, tres Supercopas de Europa, una Copa Intercontinental y una Intertoto.
Desde el barrio de Las Rosas, en el distrito de San Blas-Canillejas, y con un aforo que supera las 68.000 personas, se asoma ahora el Wanda Metropolitano. Para revitalizar su entorno, el Área de Desarrollo Urbano ha diseñado un proyecto que contempla una ciudad del deporte para los madrileños en un entorno verde, sostenible y con la práctica deportiva como trampolín de jóvenes promesas que se sumen a los eventos de alta competición que se disputen en el estadio.
Otro insigne madrileño, Calderón (en este caso, de la Barca) ya dijo en el Siglo de Oro aquello de “… que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”. Madrid siempre seguirá soñando junto a todos los rojiblancos.