Depresión, estrés, ansiedad… ¿Sabías que todas estas enfermedades mentales pueden empeorar durante el invierno y, todavía más, en Navidad? Descubre por qué el cambio de estación y las fiestas pueden ser una mala combinación para la salud mental.
Las razones van desde la disminución de horas de luz natural, hasta el ajetreo que conllevan las fiestas. Igualmente, no hay que olvidar que a algunas personas no les gusta celebrar la Navidad por diversos motivos y esto puede afectarles negativamente.
Con la ayuda de los profesionales médicos de Quironsalud conocemos las enfermedades que se agravan en invierno y cómo sobrellevar este periodo con salud.
Depresión estacional y estado anímico bajo
Esta enfermedad mental es estacional y, en invierno, puede agravarse debido a la disminución de horas de luz. De hecho, durante esta estación, los episodios causados por la depresión y la ansiedad ocurren con mayor frecuencia.
No obstante, que haya menos horas de luz durante el día también puede afectar a personas sin patologías previas. Al respecto, la doctora Elena Sanz Rivas, jefa de servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, señala que "la reducción de las horas de luz baja el ánimo", añadiendo que "menos horas de luz se asocia a la sintomatología depresiva".
Hay que poner especial atención en los ancianos, quienes pueden padecer otras dolencias asociadas al frío. "El dolor suele ir asociado a una disminución del estado de ánimo, porque les complica su día a día", advierte nuestra doctora.
Atención a la ansiedad y el estrés navideños
El cambio de estación coincide con la Navidad que, aunque parezca una época muy feliz, no lo es para todos, e incluso puede generar ansiedad y estrés, entre otros problemas de salud.
La rutina, los horarios, el clima y el ambiente se trastocan durante las Navidades, provocando un desorden de la existencia. Todo ello puede originar cansancio, depresión, insomnio y dolores de cabeza, de estómago y musculares provocados por las obligaciones que queremos cumplir en estas fechas.
A esto se añade una multitud de tareas y responsabilidades, que incluso son autoimpuestas y dan vueltas en la cabeza continuamente durante esta época, que van desde comprar regalos hasta visitar a todos los familiares y amigos, y todo ello sin pensar en cómo nos hace sentir, sólo por agradar a los demás.
Nuria Javaloyes Bernacer, psicóloga del Hospital Quirónsalud de Torrevieja, nos detalla que "este cúmulo de responsabilidades, que no tenemos el resto del año, nos puede llevar al desgaste emocional y físico, si no nos organizamos bien y nos dejamos llevar por la presión y las prisas de última hora".
Estrés navideño, ¿a quién afecta?
Muy especialmente, a personas muy autoexigentes y perfeccionistas, que además se implican demasiado e intentan agradar por encima de todo. Javaloyes añade que "este tipo de personas tienden a atender a las necesidades de todo el mundo de manera perfecta y controladora, y se olvidan de atender las propias, incluso las básicas. También tienden a resentirse cuando los demás no se comportan de la misma forma hacia ellas, aunque nunca lo expresen abiertamente, la insatisfacción va por dentro".
A consecuencia de este estrés, pueden aparecer secuelas como:
- Hipertensión, enfermedades coronarias y otros problemas cardiovasculares.
- Gastritis, úlceras y otras enfermedades de tipo digestivo.
- Disminución de las defensas del organismo.
Por eso, para evitar el estrés asociado a las fiestas de Navidad, los especialistas nos recomiendan priorizar las tareas, intentando reducir aquellas que no son necesarias y que generan gran desgaste.
Y, respecto a las compras navideñas, lo más aconsejable es fijar un presupuesto, así como organizarse para evitar dejar todo para última hora, lo que podría desencadenar ansiedad.
La Navidad no gusta a todos
Hay multitud de circunstancias personales, ya sea por la pérdida de un ser querido, por la situación económica o por una enfermedad, que pueden hacer que la Navidad no se perciba como una época de regalos, felicidad y amor.
Si este año estamos pasando por un momento complicado, la psicóloga Mª Antonia Güell Roviralta, del Centro Médico Teknon, nos recuerda que "todo pasa, lo bueno y lo malo". Asimismo, si no se quiere celebrar la Navidad, es importante pensar que no es obligatorio y, por tanto, se pueden dejar pasar.
En el caso de que se desee realizar un esfuerzo y reunirse con otras personas, esto puede aportar beneficios, como distraerse y aliviarse. "Quién sabe, a lo mejor resulta que te necesitan más que tú a ellos", apunta nuestra especialista.