La Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid lamenta y denuncia el “mutilamiento” que está sufriendo la primera casa construida por el arquitecto Francisco de Asís Cabrero en la Colonia de Puerta de Hierro, lo que supone un nuevo ataque contra el patrimonio arquitectónico moderno de la capital.
El COAM quiere hacer una llamada de atención a instituciones, administraciones, arquitectos y sociedad civil, a quienes instan a pasar a la acción en la defensa del patrimonio arquitectónico, valorar estas obras, el legado que dejan y los valores que representan.
La vivienda, que no consta de protección, es una joya arquitectónica que Cabrero construyó para su familia en la Colonia de Puerta de Hierro. Con las obras que se están acometiendo en el inmueble, ha perdido la horizontalidad del volumen sobre la cota del jardín y la homogeneidad de la cubierta a dos aguas, lo que ha conllevado a una transformación significativa del conjunto en volumen y materialidad, perdiendo los atributos de la obra original.
La Junta de Gobierno del COAM considera que “está claro que no es un hecho punible, ya que la vivienda no tiene protección patrimonial, pero si denunciable desde la defensa del Patrimonio Arquitectónico Moderno. No pedimos a promotores y arquitectos que no intervengan sobre el patrimonio arquitectónico de valor, protegido o no, les pedimos que aprecien y valoren lo que tienen y sean capaces de encontrar la manera de intervenir manteniendo las cualidades principales de la obra original”.
El COAM no quiere dejar de llamar la atención sobre este último ataque al patrimonio madrileño, para evitar que vuelva a suceder: “Concienciémonos todos de que el valor de este tipo de obras es intrínseco y único. Eduquémonos y eduquemos para apreciarlo y respetarlo”, asegura la Junta de Gobierno de los arquitectos.
Desde el Colegio de Arquitectos de Madrid se quiere destacar, además, que “no defendemos un patrimonio estático, no queremos edificios embalsamados. La arquitectura excepcional -y la casa de Cabrero lo era- merece y debe ser vivida, y para ello se debe adaptar a los nuevos tiempos, usuarios, tecnologías, requisitos, etc.” Por eso, solicitan a los promotores y arquitectos que encuentren “la manera de intervenir en estas grandes obras sin alterar los valores de la obra original, dándole una nueva vida sin borrar su identidad”.
El legado de Asís Cabrero
Francisco de Asís Cabrero (1912-2005) dejó en Madrid unas obras de un valor excepcional, entre las que destacan la Casa Sindical, en el Paseo del Prado (1949, con Rafael Aburto); las viviendas en la Colonia Virgen del Pilar (1949); el edificio Arriba, en el Paseo de la Castellana (1962); el Pabellón de Cristal en la Casa de Campo (1964) o las mencionadas viviendas unifamiliares en la colonia de Puerta de Hierro (1952 y 1964). Todas ellas son obras maestras.
Cabrero y sus compañeros de generación nos cedieron un legado que no cesa de crecer con el paso de los años. Sus obras y sus enseñanzas siguen vigentes. La mayor parte de la arquitectura de calidad que se pueda encontrar hoy en día en España se nutre de las obras y proyectos de Cabrero y sus contemporáneos, que revolucionaron la arquitectura española en los años 50 y 60 del siglo XX. Fueron, son y serán referencia. Cada vez son más admirados y recordados por muchos de nosotros.
En la denuncia pública de este nuevo ataque al patrimonio arquitectónico de la región, el COAM pone de ejemplo dos intervenciones respetuosas con la obra original de dos arquitectos. La primera, del propio Francisco de Asís Cabrero, en la parcela vecina a la primera vivienda de la familia Cabrero, donde Cabrero construyó la segunda vivienda para su familia 10 años más tarde que la primera, que ha sido restaurada recientemente por una nueva propiedad y arquitecto. El resultado es un ejemplo admirable de actuación que se adapta a las necesidades de una nueva familia y las nuevas demandas energéticas, tecnológicas y funcionales desde el respeto y admiración por la obra original.
El segundo ejemplo son las actuaciones que llevó a cabo el arquitecto Julio Cano Lasso en su casa-estudio en La Florida, que evolucionó, transformó y amplió durante años para adaptarla a la realidad cambiante de su familia numerosa y de su estudio de arquitectura sin que esta perdiera en ningún momento su esencia y sus cualidades.
Para la Junta de Gobierno del COAM, estos son “los ejemplos de cómo entre todos, con sensibilidad y conocimiento, podemos intervenir desde el respeto en nuestro patrimonio y salvaguardarlo”.