El olímpico Javier Fernández advierte sobre la falta de inversión y de relevo generacional en el patinaje en España

El expatinador Javier Fernández, doble campeón del mundo y bronce olímpico, ve "muy complicado" que el patinaje español encuentre un relevo generacional y pide más ayudas "más ayudas" para este deporte, porque, en la actualidad, España compite "con palos y piedras contra países que lo hacen con misiles por su mayor inversión"; mientras que, en lo personal, reconoce la importancia de la medalla en los Juegos de Invierno de 2018, para poder quitarse "esa espinita".

"Es muy complicado. Si no tenemos pistas de hielo, mejores instalaciones, más dinero y más ayudas, es imposible. Somos uno de los pocos deportes olímpicos que no tiene una pista de hielo en un Centro de Alto Rendimiento en toda España", explicaba Fernández, en una entrevista tras un acto organizado por Jeep España en la Pista de Hielo 'Javier Fernández', que durante todo el periodo navideño se ha instalado en la plaza de Colón, en el distrito de Salamanca.

Para el madrileño, el equipo español lucha en desventaja "contra países que llevan las riendas" del patinaje, por la falta de inversión. En España, en patinaje "estamos en la Edad de Bronce", criticó.

Oro mundial, en 2015 y 2016, bronce olímpico, en 2018, y siete veces consecutivas campeón de Europa (2013-2019), éxitos de los que Javier asegura que se queda con "la medalla especial" de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang. "Llevaba detrás de ella dos olimpiadas ya y venía de un cuarto puesto. Es cada cuatro años y es mucho más complicado en unos Juegos Olímpicos; quitarme esa 'espinita' fue bastante importante", aseveró.

En cuanto a no haber conseguido el oro en los Juegos, "eso no escuece, porque lo que yo quería era mi medalla olímpica y no me importaba que fuera de plata, de bronce o de oro. Obvio que si hubiese sido de oro, pues mejor; pero, estoy muy contento y orgulloso con mi medalla", admite Fernández, que asegura que la presea de bronce es "el alma de la casa, nadie puede tocarla sin permiso".

En 2026 se celebrará una nueva edición de los Juegos Olímpicos de Invierno, donde el equipo de patinaje español "es menor" que cuando competía el patinador madrileño y "eso no es buena señal", aunque confía que "puedan salir otros deportistas que puedan clasificarse".

"Esperemos que podamos, por lo menos, tener buenas posiciones. Tenemos buenas parejas de danza, que a lo mejor pueden optar por acercarse al podio. Creo que está complicado que podamos optar a una medalla, pero igual nos llevamos una sorpresa", considera.

Enseñar todo lo aprendido

Ahora, tras la retirada en 2019, el español se dedica, entre otras cosas, a promocionar el patinaje con "las pistas de hielo en Madrid en las Navidades" como la que está instalada en la plaza de Colón. "Otra de las cosas es que doy clases como entrenador, no sólo en España, sino también en otras partes del mundo. Y luego también sigo haciendo algunas exhibiciones y espectáculos", añadió.

"Siento la necesidad de transferir todo lo que yo he aprendido y todas las cosas que sé a otras personas, para intentar hacerles la vida del deportista un poco más fácil, que nunca va a ser fácil, pero un poco más fácil. Lo hago con mucha ilusión y me gustaría hacerlo de una manera más constante, más estable, pero todavía no se puede", explicó.

Lo que más echa de menos de la competición es "la rutina de entrenamiento y de tener todo estipulado", pero sobre todo anhela "saber lo que vas a hacer ese día, esa semana, ese mes". "Echo de menos el ver a muchos de los patinadores, mis compañeros de competiciones, cuando nos juntábamos todos y hablábamos. Al final, dentro de este deporte, hay un buen compañerismo, a nivel general, y nos llevábamos todos superbien. Tengo muchísimos amigos", afirmaba.

Algo muy característico en los programas de competición de Javier Fernández eran las mimetizaciones en personajes históricos, como los de Don Quijote, Jack Sparrow, Charles Chaplin, Elvis Presley o Fígaro. "Me gustaba tener este tipo de estilos, este tipo de programas de competición, porque a mí me divertían más. Al final, tenía algo a lo que asimilarme, algo que interpretar. Como competidor, me gustaban más las coreografías, no era lo mismo que patinar una música plana, una que a lo mejor que no tiene ningún personaje o historia detrás", afirmó.

A pesar de la dificultad para elegir, se queda con Charles Chaplin. "Me parece un personaje brutal, un maestro, a la gente le encantaba y creo que es uno de los programas más icónicos que he tenido".

"Es muy duro, pero merece la pena"

El doble campeón mundial reconoce que "en absoluto" entraba dentro de sus ideas tener una pista con su nombre en Madrid, ni todo lo que ha conseguido en el patinaje. "Creo que, al final, poder haber hecho estas cosas dan también un poco de apoyo a lo que es el propio deporte. No me imaginaba haber sido campeón de Europa, ni del mundo, ni todas las medallas que tengo. Y por supuesto, no esperaba tener una pista de hielo", confesó.

En este sentido, Fernández no duda en recomendar a los padres apuntar a sus hijos a patinaje, porque "se trabaja el cuerpo con la música. Tiene una parte artística e interpretativa, esa parte de arte que no lo tienen muchos otros deportes. El patinaje es un deporte muy bonito, muy duro, a veces hace mucho frío, pero merece la pena el esfuerzo", puntualizó.

En cuanto a las pistas de hielo efímeras, como las que se abren en la capital durante las navidades, el madrileño cree que este tipo de actividades "está bien" para que la gente conozca el deporte. "Seguramente que pasen muchas personas y digan 'oye, pues a lo mejor puede ser un deporte al que puedo echarle más horas'. Al final, el patinaje es un deporte y sabemos que el deporte es saludable, sin importar se práctica a nivel profesional o por entretenimiento", manifestó.