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Especialistas en ORL y Neurofisiología del Hospital Quirónsalud San José explican esta técnica desde la Unidad de la Voz

El uso de bótox se ha demostrado eficaz en el tratamiento de algunos trastornos de la voz

En la imagen, la Dra. Machado y el Dr. Pérez de Vargas, de la Unidad de la Voz del Hospital Quirónsalud San José.
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En la imagen, la Dra. Machado y el Dr. Pérez de Vargas, de la Unidad de la Voz del Hospital Quirónsalud San José. (Foto: Quironsalud)
Por Redaccion
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promanillosmasinteresmadridcom/12/1/12/29
viernes 25 de abril de 2025, 22:27h
Según estimaciones de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), una de cada 13 personas sufre trastornos de la voz.

“Algunos de estos trastornos pueden tratarse con bótox –afirma la Dra. Ana Machado Martín, especialista en ORL del Hospital Quirónsalud San José–, como la disfonía espasmódica o distonía laríngea, el temblor esencial benigno y la disfonía tensional muscular.

Las personas que padecen disfonía espasmódica sufren un deterioro importante de la calidad de vida, dado que tienen que realizar un gran esfuerzo al hablar y producir una voz desagradable, tensa, espástica.

El temblor esencial benigno se manifiesta principalmente en las manos, pero puede afectar también, entre otros órganos, a la voz, provocando que la persona que lo padece hable entrecortado.

La disfonía tensional muscular es un desorden que ocurre cuando hay un uso excesivo o incorrecto de los músculos alrededor de la laringe, afectando a la calidad de la voz y generando una sensación de incomodidad al hablar, dolor en el cuello y alterando la comunicación.

En las disfonías, el bótox se inyecta en las fibras musculares, alrededor de las cuerdas vocales, imposibilitando la liberación de neurotransmisores, debilitando la contracción muscular y mejorando la calidad de la voz. En el temblor esencial benigno el bótox se actúa paralizando el músculo y el nervio del músculo donde se inyecta (músculo tiroaritenoideo), lo que puede ayudar a reducir la frecuencia de los temblores.

“Para identificar correctamente qué cuerda vocal sufre el trastorno y que la inyección se realiza en el músculo correcto, se utiliza la electromiografía laríngea (EMG) –señala el Dr. Alberto Pérez de Vargas Martínez, jefe de Servicio de Neurología y Neurofisiología Clínica–, lo que permite realizar el tratamiento con seguridad y precisión”.

En la mayoría de los casos, las inyecciones de bótox mejoran la calidad de la voz por un período aproximado de 3-4 meses, momento en el que debe procederse a reanudar el procedimiento, siendo recomendable, además, incluir dentro del tratamiento terapias para la rehabilitación de la voz.

“Lo que es indudable es que el uso de toxina botulínica mejora la calidad de la voz, la fluidez de la misma, la capacidad de comunicación y, por ende, la calidad de vida” afirman al unísono ambos expertos.

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