La restauración ambiental de la cantera de El Jaralón, ubicada en la La Pedriza, en Manzanares El Real se encuentra en su última fase, tras recuperarse los perfiles originales de la montaña, regenerar la cubierta vegetal y retirar diversos residuos.
La consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, ha visitado la zona, en la que se han demolido casetas y muros, retirado escombros y hecho movimientos de tierra para que el suelo vuelva a ser un terreno apto para la vegetación, plantando 3.000 árboles y arbustos.
Se trata de trece especies, entre ellos ocho específicos de ribera, como robles, encinas, arces, abedules, sauces, álamos o temblones, y también veinticuatro tipos de arbustos y matorrales, como lavandas, jaras, retamas, madreselvas o gayubas. Además, se ha adecuado una de las construcciones donde habita una colonia de murciélagos y construido muros para frenar la escorrentía y la erosión.
La consejera ha afirmado que “gracias a estas labores, hemos mejorado una zona enmarcada en un entorno protegido, que recibe cada año 2,5 millones de visitas. Un trabajo que ayuda a conservar la naturaleza para que todos los madrileños puedan disfrutar de ella”.
De estos 210.000 euros, hasta el momento se han invertido un total de 119.000 en el movimiento de tierras, 32.000 en el cerramiento y 21.000 en la primera fase de plantaciones. El montante restante se destinará a un nuevo proceso de revegetación.
En el diseño de las intervenciones se han tenido en cuenta los condicionantes biológicos, hidrogeológicos y paisajísticos existentes, para garantizar que un enclave tan sensible y valioso como este no sufra ningún impacto negativo en el trascurso de las mismas. Asimismo, se han ajustado las épocas de realización de los trabajos a los ciclos biológicos de las especies que habitan y crían en la zona.
Origen y situación de la cantera
La cantera de El Jaralón es una antigua explotación de pórfidos, abandonada en torno a 1980, que presentaba un estado de deterioro importante y peligroso en ciertas zonas. Se abrió para obtener un tipo de roca ígnea, como el granito, que destaca por su dureza y color predominantemente negro y que ha sido utilizado en la construcción desde la antigüedad.
Se sitúa en la cara oeste del Macizo del Yelmo, también conocido como Pedriza Anterior, dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y del término municipal de Manzanares El Real.
Tras el abandono, la zona quedó como un área de 3,2 hectáreas en la que se sucedieron impactos paisajísticos y ambientales que, además de ser peligrosos, empobrecían la calidad visual y la experiencia de la visita.