La 'Guía Mágica' de la Comunidad de Madrid propone nuevas rutas llenas de misterio, a sugerencia de Clara Tahoces

Tahoces invita a "descubrir la magia madrileña" de lugares como jardines, castillos, torreones o iglesias, y todos ellos coinciden en haber sido "testigos sordos y mudos de acontecimientos inquietantes de la historia de la región y de España".

La autora propone comenzar el recorrido por el jardín de El Capricho de la Alameda de Osuna, uno de los lugares "más mágicos de la ciudad" que esconde "numerosos elementos que contienen amplia simbología de corte masónico e iniciático".

Algunos ejemplos de esta simbología se encuentran en 'La Ermita', el 'Estanque de los Patos', 'La Exedra', 'El Abejero', 'El Templete de Baco', 'El Casino de Baile', 'La Rueda de Saturno', 'La Ruina', 'La Casa de la Vieja', 'El Laberinto' o el propio palacete de los duques, de cuyas paredes colgaron seis enigmáticos cuadros, encargados a Francisco de Goya, denominados Asuntos de Brujas.

Otro de los lugares mágicos a los que conduce la guía es el Castillo de San Martín de Valdeiglesias y sus historias misteriosas. Este emplazamiento ha sido lugar habitual de rodaje de películas de terror durante la década de 1970 y parte de los 80, y posee una historia detrás "muy atrayente", aparte de su conservación.

No podían faltar en este recorrido lugares como el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, un sitio "hermético y mágico", o la llamada 'Silla de Felipe II', que en realidad es un altar vetón, que pone de relieve las construcciones que hacían los madrileños antiguos en la región.

Hay sitios que cobran relevancia una vez al año, como es el caso de la Catedral Magistral de Alcalá de Henares, donde se custodia el cuerpo incorrupto de San Diego de Alcalá, y otros lugares destacados son el Torreón de Pinto, que fue prisión de "ilustres personajes", que también estuvo presa en el castillo de Santorcaz.

Las picotas eran emplazamientos a los que se temía por su "turbio pasado", y en la Comunidad no hay apenas, por eso en esta guía se pone en valor la de Pezuela de las Torres, que hoy es visitable.

En definitiva, la Comunidad de Madrid invita a "dejarse sorprender y aprender" de los enclaves mágicos que están al alcance de la mano de los madrileños, muchos de los cuales pasan desapercibidos, pero que, una vez descubiertos, "cobran un nuevo sentido".