Desde el día 1 de septiembre, los Servicios Sociales municipales cuentan con una nueva herramienta, la Tarjeta Familias, que permite ayudar a los miles de madrileños que atraviesan situaciones de emergencia económica, con una especie de tarjeta prepago con la que pueden adquirir productos básicos. Este método proporciona mayor autonomía en la decisión de compra de las familias, y se puede utilizar en cualquier comercio.
La Tarjeta Familias, impulsada por el área de Familias, Igualdad y Bienestar Social que dirige el ciudadano Pepe Aniorte, y que aunque ya figuraba en su programa electoral, se ha lanzado a marchas forzadas para cubrir las enormes necesidades provocadas por la pandemida de la Covid-19.
El Ayuntamiento de Madrid ha atendido desde el mes de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, a más de 150.000 madrileños, que han recibido ayudas económicas de emergencia ingresadas en cuenta bancaria, pero también miles de menús elaborados en las cocinas solidarias que se han puesto en marcha en los distritos, o cestas de la compra repartidas por supermercados.
La Tarjeta Familias, similar a cualquier ‘plástico’ emitido por un banco, permite cargar en este soporte ayudas que van desde los 125 a 630 euros, dependiendo de la renta per cápita y el número de personas que formen el núcleo familiar, tras su valoración por los Servicios Sociales. Los trabajadores sociales harán, además, seguimiento integral de la situación familiar.
Se puede usar en cualquier tienda
Con la tarjeta, podrán adquirir directamente en cualquier establecimiento productos de alimentación e higiene, en lugar de recibir menús preparados o cestas de la compra, instrumentos que las juntas de distrito a través de contratos de emergencia habilitaron estos meses para afrontar el hambre que han llegado a sufrir miles de ciudadanos, privados de ingresos.
Cocinas solidarias
La solidaridad ha permitido en esta pandemia repartir miles de comidas a las familias necesitadas: al menos cinco cocinas han trabajado a tope elaborando y repartiendo menús sanos.
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Los usuarios, que deben percibir como mucho entre 400 y 950 euros por unidad familiar, deberán guardar las facturas y tickets de las compras realizadas por este medio de pago, y presentarlos a Servicios Sociales en los dos meses siguientes.
Se entenderá como “unidad familiar” con derecho a estas ayudas las formadas por más de una persona que convivan en un domicilio, unidos por relación conyugal o análoga, adoptiva o de consanguinidad hasta segundo grado, incluyendo ascendientes mayores de 65 años o menores en acogimiento o tutela, y deberán estar empadronados en el distrito correspondiente a donde se solicita.
El Ayuntamiento ha presupuestado 27 millones de euros hasta el 31 de marzo de 2021 para sufragar los alimentos a las cerca de 27.000 familias que se estima podrían recibir esta tarjeta.
Autonomía personal
La Tarjeta, además de tramitarse de manera más agil que las ayudas habituales de Servicios Sociales que podían tardar meses, “es diferente porque da la responsabilidad a las familias para que hagan sus propias decisiones de compra, para que puedan ir a los comercios locales si así lo desean, para que, en definitiva, tengan autonomía en su economía, y poco a poco, puedan salir de esta situación de vulnerabilidad”, señalaba la vicealcaldesa, Begoña Villacís, en su presentación.
El delegado de Familias, Pepe Aniorte, califica este medio como un “hito social” que además de evitar “colas estigmatizadoras” supone una respuesta homogénea en los 21 distritos y reduce la burocracia administrativa.
De momento, incompatible con el RMI y el IMV
La Tarjeta Familias tiene una pega. Es incompatible con ser beneficiario de otras ayudas sociales, como la Renta Mínima de Inserción (RMI) de la Comunidad de Madrid o el Ingreso Mínimo Vital (IMV) estatal. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, reconoció que percibir alguno de estos ingresos puede “no ser suficiente” para cubrir otros gastos ineludibles como “el alquiler, el agua, la luz o los derivados del cuidado de los niños”, por lo que el Ayuntamiento estudiará hacer compatible la Tarjeta Familias con estas ayudas “de manera gradual”. Se trataría, en función de las necesidades de los beneficiarios, de reducir el importe cargado en la tarjeta, para permitir la compra de productos de alimentación e higiene además de sufragar otros gastos.