El Ayuntamiento de Madrid evaluará la huella de carbono que deje la celebración de San Isidro 2023 y la compensará con la plantación de árboles en la capital y se elaborará un estudio medioambiental de las acciones con más asistentes.
El objetivo del Consistorio es aplicar a la fiestas criterios sostenibles y para ello se recogerán datos que permitan el análisis de la huella de carbono del evento.
Las emisiones de CO2 generadas podrán ser compensadas, posteriormente, con plantaciones realizadas en la ciudad, con el objetivo de "alcanzar la neutralidad climática de la ciudad y su adaptación a los impactos derivados del cambio climático".
Esta acción obedece a la ordenanza de Calidad del Aire y Sostenibilidad, aprobada en 2021, que regulaba, por primera vez, acciones para minimizar efectos ambientales negativos de grandes eventos celebrados en la capital.
Se incorporaba, de esta manera, el deber de compensar las emisiones de efecto invernadero. Es la primera vez que se hará con la festividad del patrón de Madrid, aunque ya se ha hecho en eventos como los Veranos de la Villa o la programación navideña.