La Dirección General de Protección Civil y Emergencias ha alertado a varias comunidades autónomas por el empeoramiento meteorológico previsto en la península para los próximos días y, en particular a la Sierra de Madrid, por nevadas que podrán sumar unos cinco centímetros a partir de unos 1.100 metros de altura.
De acuerdo con las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la atmósfera se inestabilizará notablemente por la presencia de varias borrascas que afectarán toda la semana y que dejarán precipitaciones y un descenso de las temperaturas de entre 6 y 9 grados centígrados aproximadamente.
La borrasca mediterránea que se formó este lunes seguirá dejando chubascos y tormentas en numerosos puntos de la Península, aunque las más abundantes y frecuentes se producirán en la mitad oriental de la Península y en Baleares, sobre todo en áreas de montaña y próximas a la costa mediterránea peninsular, especialmente en el curso bajo del Ebro y en el cabo de la Nao.
La cota de nieve estará entre 1.000 y 1.200 metros, de modo que Protección Civil avisa por nevadas a las áreas montañosas de la mitad norte y este peninsulares.
El jueves la borrasca empezará a alejarse hacia el este y sólo influirá en el extremo este peninsular y Baleares, con el viento fuerte tendiendo a amainar.
Sin embargo, ese mismo día por la tarde llegará una nueva borrasca atlántica que empezará a dejar lluvias en el extremo oeste peninsular, con chubascos generalizados que se irán trasladando durante el viernes y sábado al resto de las zonas peninsulares. Las precipitaciones más intensas se esperan en las laderas sur de los sistemas montañosos.
Las temperaturas diurnas descenderán notablemente este martes y miércoles, hasta situarse en valores más bajos de lo normal en estas fechas, pero empezarán a subir por la mitad oriental el jueves. Las heladas en zonas montañosas afectarán a la mitad norte y al este peninsular y se podrán extender el jueves a otras zonas de la meseta Norte.
Nieve y placas de hielo
Ante la previsión de nieve, Protección Civil recomienda viajar por carretera sólo si es imprescindible y, en ese caso, ir muy atento y tener especial cuidado con las placas de hielo, así como permanecer informado de la situación meteorológica, del estado de las carreteras, extremar las precauciones, revisar el vehículo y atender a las recomendaciones de Tráfico.
Además, recomienda revisar los neumáticos, el anticongelante y los frenos y tener la precaución de llenar el depósito de gasolina y llevar neumáticos de invierno o cadenas, ropa de abrigo y un teléfono móvil con batería de recambio o cargador de automóvil.
En caso de quedar atrapado en la nieve, aconseja permanecer en el coche, con la calefacción puesta, renovar cada cierto tiempo el aire, y vigilar que el tubo de escape no esté obstruido para evitar que los gases penetren en el interior del vehículo.
En caso de quedarse aislado y necesitar ayuda, recomienda no tratar de resolver la situación de manera unilateral, sino tratar de informar de este hecho y, salvo que la situación sea insostenible, esperar asistencia.
Por otro lado, frente a los vientos costeros aconseja a quien se encuentre en zonas marítimas que se aleje de la playa y de otros lugares bajos que puedan resultar afectados por las elevadas mareas y oleajes que suelen generarse ante la intensidad de vientos fuertes.
En ese sentido, recomienda evitar estacionar los vehículos en zonas que puedan verse afectadas por el oleaje, ya que en esas situaciones el mar adquiere condiciones extraordinarias y puede arrastrar a quien se encuentre en las proximidades. Así, pide no poner en riesgo la vida ante las imágenes espectaculares del fuerte oleaje.
Ante los vientos costeros, Protección Civil recuerda la importancia de asegurar puertas, ventanas y todos aquellos objetos que puedan caer a la vía pública y alejarse de cornisas, árboles, muros o edificaciones en construcción o grúas que puedan desprenderse y de abstenerse de subir a andamios sin las medidas de protección adecuadas.
En caso de ir conduciendo, reitera el consejo de extremar precauciones, especialmente en la salida de túneles, en los adelantamientos y en el cruce con vehículos pesados en carreteras de doble sentido, así como prestar atención ante la posible presencia de obstáculos en la carretera.
En cuanto al riesgo por las previstas lluvias intensas, recuerda a los conductores que deben reducir la velocidad, extremar las precauciones y no detenerse en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua. En caso de tener que viajar, aconseja circular de manera preferente por carreteras principales y autopistas.
Si se producen tormentas súbitas y lluvias intensas, apunta estar pendiente del lugar donde se aparca el vehículo, porque el rápido ascenso del nivel de las aguas puede dañar los vehículos aparcados sobre zonas inundables y, además, arrastrarlos, provocando daños a bienes ajenos e incluso obstaculizar el flujo natural de la corriente.
De ese modo, en caso de que empiece a llover de manera torrencial, recuerda que existe riesgo de inundación, por lo que recomienda no atravesar ni con vehículo ni a pie los tramos inundados pues se desconoce lo que puede haber bajo el agua y localizar los puntos más altos de la zona.
Finalmente, insiste en que no se debe tratar el automóvil en medio de una inundación y en caso de estar en el campo, alejarse de ríos, torrentes, zonas bajas de laderas y colinas y no atravesar vados inundados, sino dirigirse a los puntos más altos de la zona.
Sin embargo, apunta que el difícil pronóstico de los fenómenos tormentosos aconseja mantenerse informado en todo momento de la posible evolución de los cambios meteorológicos.
Ante el riesgo de tormentas, Protección Civil recuerda que el mayor peligro para las personas se da en campo abierto, aunque en núcleos urbanos también hay riesgo de caída de rayos, por lo que conviene colocarse cerca de los edificios.
En concreto, dentro de las viviendas aconseja evitar las corrientes de aire y señala a los conductores que un vehículo cerrado puede ser un buen refugio.
En caso de verse sorprendido por una tormenta en el campo, aconseja no correr y permanecer en lugares elevados, como los altos de las colinas, crestas o divisorias y no refugiarse bajo los árboles, ni acercarse a alambradas u objetos metálicos.