Esta muestra autoguiada se compone por 13 plantas tintóreas de origen americano que, tras la llegada de los europeos a dicho continente y durante casi cuatro siglos, supusieron una mercancía preciada y de gran rendimiento económico, al ser una fuente de colorantes.
Así, algunas, como el palo de campeche, se convirtieron en uno de los productos más exportados desde Nueva España por detrás de los metales preciosos y motivaron las transformaciones en las representaciones pictóricas y en las vestimentas.
Entre las plantas seleccionadas destacan el espino amarillo (berberis lutea); la manzanita (eugenia spp), el naranjo de los Osage o de Luisiana (Maclura pomifera); la flor del muerto (tagetes erecta) y el nogal americano (juglans nigra).
Cada una de las plantas cuenta con un panel con información, ampliable por medio del escaneo de un código QR que permite acceder a la descripción e información sobre su hábitat, distribución y procedimiento de extracción del tinte.
Además, el recorrido se complementa con una exposición temporal, en el paseo de Carlos III, que incorpora fotografías, ilustraciones y explicaciones sobre los procesos de tinte.
"Esta ruta es un ejemplo de cooperación, que nos permite mostrar a la sociedad un ejemplo de la utilidad de las plantas y de cómo el fruto de las expediciones científicas botánicas que unieron lazos con el continente americano que hoy en día se siguen manteniendo", ha señalado el director del RJB-CSIC, Esteban Manrique.
Para la elaboración de la exposición, las entidades han contado con la colaboración de la investigadora en técnicas textiles, Ana Roquero, que está especializada, desde 1975, en el estudio de los tintes históricos y en la investigación etnobotánica y etnográfica sobre técnicas tradicionales de tintorería en comunidades indígenas de América y es autora de libros y artículos sobre este tema.
En palabras de la subdirectora general del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), Marta Hernández Azcutia, esta exposición supone "la continuidad de una de las líneas de trabajo del centro" y una oportunidad para "revalorizar y conservar este patrimonio que une fronteras a los dos lados del océano Atlántico".
Plantas tintóreas que vinieron de América, que estará disponible aproximadamente un año, forma parte del programa de actividades del proyecto AmerMad del IPCE, que cuenta con el apoyo económico de la Comunidad de Madrid –mediante la convocatoria de financiación de Humanidades y Ciencias Sociales–, así como con el del Fondo Social Europeo.
Asimismo, también han sido partícipes el Grupo de Estudios Americanos (GEA) del CSIC y el Grupo de Turismo (TURUAM) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).