Desde 2007 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado el Día Internacional de la Audición, para concienciar de la importancia de la detección temprana de cualquier tipo de problema o deterioro auditivo que pueda presentarse.
“En la mayoría de los casos, los pacientes con problemas en la audición no notan los cambios hasta que ya es demasiado tarde y el problema está muy avanzado. Por eso, se hace cada vez más necesario incentivar en la población la realización, dentro de su chequeo anual, de un estudio de los niveles auditivos”, señala el doctor Joaquín Alacio Casero, jefe de Servicio de ORL del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo.
Junto a patologías como alteraciones o síndromes genéticos e infecciones, en la actualidad uno de los factores determinantes que pueden influir en nuestra salud auditiva es la exposición constante al ruido.
La pérdida auditiva puede estar causada por exposición reiterada a un sonido penetrante, o un único ruido fuerte. El tipo y grado de daño de la audición depende de la intensidad, frecuencia y tiempo de exposición al ruido, y de la susceptibilidad del individuo expuesto a él.
El trauma acústico es una causa común de hipoacusia sensorial. Entre los primeros síntomas encontramos el cambio temporal del umbral auditivo, lo que se manifiesta produciendo la sensación de tener taponados los oídos temporalmente, algo que puede durar horas e incluso días. Cuando la exposición al ruido se prolonga, el desplazamiento de umbrales se hace permanente y se establece una sordera irreversible.
La pérdida de audición por la exposición al ruido es acumulativa, es decir, cuantas más veces se exponga uno al ruido, mayor será el daño. Afectando primero a los sonidos agudos y, después al resto, agravándose.
Debido al estilo de vida actual, las principales exposiciones al ruido son la contaminación acústica de las ciudades y el uso prolongado de auriculares.
Según datos de la OMS, se calcula que una tercera parte de la población mundial y tres de cada cuatro habitantes de ciudades industrializadas tienen algún grado de pérdida auditiva como consecuencia de la exposición a sonidos de alta intensidad.
"En cuanto al uso de auriculares, estamos llegando a un punto en que los dispositivos móviles envían una notificación cuando detectan que el volumen de los auriculares está siendo superior al recomendado durante su uso. Tal y como pone de manifiesto la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), el uso inadecuado de auriculares está condicionando que la pérdida auditiva aparezca a edades cada vez más tempranas, adelantando la aparición de déficit de audición asociado a la edad en unos 20 años”, señala el Dr. Alacio.
Por su lado, la contaminación acústica no sólo provoca problemas auditivos, ya que también está relacionada con problemas cardiovasculares y deficiencias cognitivas en los niños.