Salamanca no es de los distritos más afectados por la enfermedad en la capital -según los datos de la web de la Comunidad de Madrid, se han registrado alrededor de 1.600 casos, frente a los casi 3.000 de distritos más castigados como Puente de Vallecas y Fuencarral-El Pardo- pero la emergencia social también se ha dejado notar. Una “pobreza vergonzante”, de familias que pese a residir en uno de los distritos más caros de la capital, se han visto de un día para otro sin ingresos, como describe el concejal presidente, el popular José Fernández, a quien entrevistamos por videconferencia.
“Mi prioridad absoluta ha sido la atención a las personas vulnerables”, señala el edil, que desde el primer día se volcó en “dar una respuesta inmediata por parte de los servicios sociales”.
Lo primero, la población de riesgo, en un distrito envejecido con cerca del 24% de mayores de 65 años: “Teníamos algunos mayores becados que comían en los centros de mayores, que fueron lo primero que cerramos por una decisión de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid antes que el gobierno de España”, y la Junta de distrito se puso manos a la obra. Para ello ha sido necesario ampliar los contratos de emergencia, y como reporta Fernández, actualmente se reparten 131 comidas diarias a domicilio, y 255 lotes de alimentos para 765 personas en el distrito de Salamanca: las primeras suponen 44.550 euros, y los lotes, 78.400.
La enorme diversidad territorial y socioeconómica de una ciudad como Madrid –“tiene 21 ciudades dentro”, compara- se deja sentir también entre los dos distritos que preside. En Centro, las cifras “no tienen nada que ver”: aquí las comidas son 408, y se reparten 2.954 cestas de la compra. “Salamanca y Centro tienen cosas en común, pero en otras son como la noche y el día, aunque ni siquiera Salamanca es igual, no es todo Recoletos, Goya y Castellana, están Guindalera y Fuente del Berro, que también hay que decirlo”, señala refiriéndose a los diferentes barrios del distrito.
El distrito de Salamanca, apunta el concejal, tiene además una “peculiaridad”, que describe como la “pobreza vergonzante: tú puedes estar viviendo en una casa estupenda, o de renta antigua, pero en la que ya solo los gastos de comunidad o el IBI son muy altos, y de repente encontrarte en situación de necesidad”, porque la pandemia te ha dejado sin ingresos. “Por eso animamos a todas esas personas a que nadie se quede atrás, para eso tienen a su ayuntamiento, lo que quiere el Ayuntamiento de Madrid y su alcalde es que ningún madrileño se quede atrás”.
José Fernández agradece el trabajo y la solidaridad de todos los colectivos y entidades de los distritos que se han volcado en esta crisis, desde Cáritas hasta las empresas, administradores de fincas, farmacias o el tejido asociativo, aunque éste en Salamanca “es pequeño, no tiene nada que ver con Centro”. Pero también quiere trasladar a todos que “nosotros queremos que todo se haga a través de los servicios sociales: son ellos, los trabajadores sociales, los que saben cómo hay que intervenir y de qué manera, y hacen el seguimiento”.
Canalizar la ayuda en el 010
Madrid “está demostrando ser una ciudad solidaria”, pero su llamamiento es que se utilicen los cauces municipales para organizarla: para ello está el teléfono del ayuntamiento, el 010, “te piden unos pocos datos y luego servicios sociales te llamará a ti”. En cada distrito se ha abierto un centro de servicios sociales para la atención presencial, con un retén mínimo, “pero el resto están teletrabajando, están dejándose la piel para cubrir esas necesidades”.
En Salamanca, en cualquier caso, desde el primer momento se ha intentado localizar a todas esas personas que nunca se habían planteado tener que acudir los servicios sociales, y que incluso desconocen a qué ayudas tienen derecho. Gracias a la iniciativa del Proyecto Senes que trabajaba ya en el distrito, se ha llamado a todos los usuarios de los dos centros de mayores del distrito -igual que en Centro- y también a los de las clases dirigidas del centro deportivo Moscardó. “Se han detectado personas solas, que no salen a la calle porque tienen miedo, para averiguar cómo se encontraban, si tenían alimentos o simplemente necesitaban alguien que les acompañara a la compra o a un recado”, dice el edil, con la ayuda de la Policía Municipal y Nacional o los centros de salud. Los trabajadores sociales han hecho más de 5.000 llamadas en ese sentido.
La violencia machista es otra de las preocupaciones de José Fernández: “Está siendo un tema prioritario, pero los datos que tenemos, por suerte, no han sido desfavorables, estaba preocupado, pero no ha habido repunte, aunque no hay que bajar la guardia”.
Adecuar el ayuntamiento a la nueva realidad social
Lo cierto es que paliar la emergencia social va a suponer tener que dar la vuelta al presupuesto municipal como a un calcetín. “Hay que dimensionar adecuadamente la plantilla y los presupuestos a la realidad social”, reconoce el edil, “ahora más que nunca es necesario cubrir esas plazas de servicios sociales para atender las necesidades, es una situación que se va a prolongar en el tiempo”.
“El alcalde lo ha dicho reiteradas veces, y coincidiendo con alcaldes como Ada Colau, con la que no creo que tenga nada que ver ideológicamente”, apunta José Fernández. La reivindicación, trasmitida por la Federación Española de Municipios y Provincias, para que el gobierno permita destinar el superávit municipal a la necesidad generada por el covid, en lugar de amortizar deuda. “En el caso de Madrid va razonablemente bien, yo creo que es una demanda muy razonable que el gobierno social comunista debe atender”.
La preocupante situación del comercio local
A la crisis sociosanitaria se suma la crisis económica, y aunque la Junta no ha podido hacer una estimación de los miles de negocios de dos distritos tan comerciales como Salamanca y Centro, “la situación es muy preocupante”. El edil se ha reunido con el tejido comercial de ambas zonas, y hay una coincidencia: no todos van a poder abrir aunque Madrid pase de fase. “Imagínate la calle Ortega y Gasset, donde había tanto turismo, qué van a hacer ahora”, al igual que en el entorno de la Plaza Mayor. Los hoteles, por su parte, “me han comunicado que hasta octubre por lo menos no van a poder abrir, el turismo de fin de semana de provincia o nacional les puede llegar a no interesar”.
Fernández pide al gobierno, “desde mi pequeño rincón de una junta municipal”, que tome “decisiones meditadas, porque son miles de puestos de trabajo, y pueden derivar en casos atendidos por los servicios sociales”. Se refiere el concejal a medidas como no permitir la apertura de locales de menos de 400 metros cuadrados, o las cuarentenas de 15 días a los turistas, que "en otros países no se han tomado". Mientras, el Ayuntamiento ha habilitado líneas de ayuda, exenciones del IBI, de tasas de terrazas...
Volver al comercio de toda la vida
Pero ante todo, José Fernández hace un llamamiento para cuando lleguemos a la “nueva normalidad”, aunque él prefiere la “normalidad” de Rafa Nadal, “ni nueva ni vieja”. “Quiero llamar a no tener miedo, pero sí a ser responsables, porque el virus está ahí: que volvamos al comercio de toda la vida, porque sin eso se nos acaba la vida de barrio, y una llamada por supuesto a la libertad, tenemos que volver a esa normalidad anterior al covid, pero para eso hay que ser responsables”.
Calles para pasear y parques abiertos
Durante la desescalada, hay otras medidas que se van aplicando. Por ejemplo, la peatonalización de calles para pasear los fines de semana, con especial mención al Paseo del Prado, que califica de éxito. “Estamos estudiando alguna más, porque permite esponjar a la gente, mantener las distancias aprovechando que todavía no hay tráfico, es una medida muy correcta”. De hecho, después de esta entrevista el Ayuntamiento publicó la ampliación de 12 tramos peatonalizados.
En Salamanca, además, están abiertos el parque de Eva Duarte y los jardines de Gregorio Ordóñez, o el Casino de la Reina en Centro, pero los parques históricos, como El Retiro, la Quinta del Berro o el Campo del Moro tendrán que esperar.
Proyectos que siguen en marcha
A nivel administrativo se recuperan las rutinas. La mayoría de los trabajadores municipales se han adaptado al teletrabajo gracias a un “proceso de digitalización exprés, que antes estaba pensado aplicar en años”, y los técnicos de Obras, por ejemplo, aprovechan para sacar adelante proyectos como la ampliación de la biblioteca del centro cultural Buenavista: “La idea es hacer una gran entrada desde la calle Cartagena”, adelanta Fernández sobre la reforma de una biblioteca que llevará el nombre del periodista David Gistau.
También se trabaja en el centro cultural de Colón, en el antiguo centro de turismo en el paso subterráneo de la Castellana, y en la remodelación de Felipe II, en el tramo entre Goya y Alcalá, o las obras en las aceras de Ortega y Gasset, así como en proyectos pendientes de la aprobación de las Inversiones Financieramente Sostenibles a cargo del superávit de 2019. “Me gustaría ponerlos en marcha, aunque no sabemos cuándo, hay que reajustar el calendario”.
"Lo que no puede quedar confinado es la democracia"
Respecto a la recuperación de las sesiones de los plenos de distrito, que no se celebran desde febrero, “ya vamos volviendo a la normalidad, a ver si en junio la situación lo permite”, avanza José Fernández. Mientras, en abril se celebró una junta de portavoces telemática para escuchar las propuestas de la oposición y rendir cuentas, y el 19 de mayo habrá otra. “El control por parte de la oposición es legítimo, y nos lo tienen que hacer y lo deben hacer, y por tanto habrá que facilitar los plenos: lo que no puede quedar nunca confinado es el estado de derecho y la democracia”. Para el papel de la oposición en los dos distritos, el popular no tiene “más que buenas palabras, en su derecho al ejercicio de la crítica, tanto para Más Madrid como al PSOE. Yo agradezco el buen tono de esa oposición”, así como el trabajo de los grupos municipales del equipo de gobierno de PP y Ciudadanos, y de Vox.
Como ejemplo de que la labor municipal no se ha detenido, Fernández cita la operación asfalto que ya ha comenzado: “tengo que felicitar a la delegada de Obras, Paloma García Romero, que es un crack, porque era el mejor momento para hacerlo. Eso demuestra que nuestro alcalde va siempre por delante”. De paso, los operarios de las contratas de limpieza están desbrozando la vegetación que, tras dos meses sin pisar apenas las calles, había brotado incluso entre los adoquines.