El heliesquí, o esquí con descenso en helicóptero es la gran experiencia del esquí 'freeride', que te permite llegar a lubares donde no han llegado muchos, enfrentarte a la naturaleza cara a cara y descubrirte en un territorio completamente virgen...
Tener la sensación de Neil Armstrong está cada vez más cerca de los mortales. Conseguir dejar tu huella en un territorio no explorado por otro centenar de seres humanos, ver lo que casi nadie más tiene posibilidad de ver o sentir que la naturaleza se brinda a tus pies ya es posible sin tener que dejar atrás el planeta Tierra. Este placer está al alcance de aquellos que se lanzan a la práctica del heliesquí, un deporte que facilita disfrutar de la libertad, de la velocidad y de la naturaleza en su estado más puro y de manera exclusiva.
El heliesquí es una variante deportiva del esquí, en la que los esquiadores son llevados en helicóptero hasta zonas de alta montaña de difícil acceso, desde donde pueden realizar un increíble y largo descenso sobre sus tablas por zonas 'freeride', es decir, por áreas con nieve virgen. Los grupos suelen ser muy pequeños y la sensación es la de un desafío personal entre la montaña y el esquiador.
El descenso por nieve virgen genera un sentimiento de libertad sin límite; sentir el viento en la cara y la nieve polvo soltándose a medida que se desciende es una vivencia incomparable. La subida de adrenalina nos hace sentir que estamos volando. Una vez abajo, puedes ver la huella en la nieve que has dejado tú mismo en medio de un paisaje intacto y totalmente salvaje, un sentimiento que llena de satisfacción.
Para poder practicarlo, no necesitas ser un esquiador profesional, aunque sí es recomendable tener un buen nivel de esquí y experiencia fuera de pista. Por lo demás, si te gusta el riesgo y no tienes miedo a las alturas, el heliesquí puede ser tu deporte.
Si te atreves con esta nueva experiencia debes recordar hacer una reserva en una de las agencias especializadas con bastante tiempo de antelación. Estas empresas se encargarán de la reserva de billetes al país de destino; lugares como Canadá o el Himalaya, suelen ser los destinos predilectos debido a las extraordinarias condiciones geográficas y climatológicas de estas localizaciones. En España se pueden practicar también en zonas como el Pirineo Catalán o el Aragonés.
El primer descenso
“No es necesario subir muy alto para disfrutar de una bajada, la altura máxima suele ser de unos 3.500 metros de altitud, y cada descenso es diferente. En un día se puede hacer hasta seis bajadas, la sensación es increíble, el 70 por ciento de las personas que realizan por primera vez heli-esquí repiten”, explican los aficionados al heliesquí.
Vivir esta experiencia exclusiva por unos días en nuestro país nos podría suponer un gasto aproximado de a partir de 3.000 euros. Esta cantidad suele incluir transporte al destino, alojamiento en hotel, guía para los descensos y pensión completa durante cuatro días.
De esta forma nos aseguramos poder practicar lo que muchos consideran ‘el mejor esquí del mundo’. Quienes deseen ampliar esta información, pueden hacerlo en Pyrenees HeliskiI, portal que les abrirán las puertas al mundo del heliesquí.