La remodelación del entorno de los Mostenses conectará peatonalmente el histórico mercado con la Gran Vía

A espaldas de la calle más famosa de Madrid, la Gran Vía, convive, en un entorno único, con uno de los mercados más veteranos de nuestra ciudad, los Mostenses.

Cercano a las plazas de España y Callao y a las numerosas propuestas culturales, entre las que se incluyen las del Centro Cultural Conde Duque y el futuro Centro Cultural Clara del Rey, este mercado municipal es uno de los siete que se ubican en el distrito de Centro.

Con una arquitectura diversa en la propia plaza de los Mostenses, en las calles que lo rodean -la de Ricardo León y la de General Mitre- conviven edificios modernos y otros de carácter más artístico.

Es, en definitiva, una zona cuna del comercio de barrio y emblema de la cultura gastronómica internacional, no sólo por el turismo, sino por su carácter cosmopolita.

Más espacio para el peatón

El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado el proyecto de remodelación del entorno del mercado de los Mostenses, que supondrá una inversión de tres millones de euros y tendrá un plazo de ejecución de 10 meses.

Además de la propia plaza, la actuación se extenderá a otras calles aledañas del distrito Centro, como son las de Antonio Grilo, General Mitre, García Molinas, San Ignacio de Loyola, Maestro Guerrero y las travesía de las Beatas y de la Parada.

El objeto de la remodelación es la recuperación de la mayor cantidad de espacio público para el peatón, en especial en los frentes este y sur del mercado, coincidente con el acceso principal del mismo. Además, el proyecto potencia la conexión de la plaza de los Mostenses con la Gran Vía, mediante la creación de un itinerario peatonal desde este eje principal de la ciudad.

La intervención favorecerá tanto el funcionamiento del mercado, en el que mejorará su accesibilidad, como el de los comercios del entorno, que dispondrán de mayor espacio para su actividad comercial. Para lograrlo, el diseño contempla, entre otras actuaciones, la peatonalización de la plaza de los Mostenses, así como la de Ricardo León, dejando un carril para salida del aparcamiento existente, de modalidad de coexistencia con el peatón.

Asimismo, serán peatonales el acceso por la calle de García Molinas, que contará con un carril integrado para acceder al aparcamiento subterráneo; las de Antonio Grilo y las travesías de la Parada y Beatas. En todas ellas, al ganar espacio para el peatón, aumentará su calidad y accesibilidad.

En este sentido, la remodelación también generará un amplio espacio para los viandantes y garantizará un itinerario continuo desde la Gran Vía a la plaza, a través de la calle de García Molinas, sin necesidad de cruzar ningún carril de circulación.

En esta zona quedará reducido el cruce de vehículos por las aceras de la Gran Vía y se generarán dos giros a la derecha consecutivos, el del acceso al aparcamiento y a la calle de General Mitre.

Cambios en la circulación del entorno

Para cumplir su objetivo, la propuesta modifica de forma sustancial la circulación en este entorno. Así, para liberar este espacio, desaparecerá el carril de circulación de la plaza de los Mostenses, así como el de la calle de Ricardo de León y se elimina el acceso rodado a la plaza a través de la calle de García Molinas, concentrando la circulación en la calle de General Mitre.

La peatonalización de la calle de Antonio Grilo y las travesías de la Parada y Beata implica que las opciones de acceso al barrio de Universidad quedarán restringidas y se canalizarán a través de la calle de General Mitre, cuyo sentido se invertirá mediante giro a la derecha desde Gran Vía y haciendo de doble sentido su primer tramo. De esta forma, los usuarios del aparcamiento y los vehículos de carga y descarga que estacionen al sur del mercado tendrán salida directa.

Con la reordenación, los flujos de tráfico procedentes de los vehículos de carga y descarga del mercado, los vehículos que vayan a acceder al barrio de Universidad y los vehículos procedentes del aparcamiento se concentrarán en la calle General Mitre y se recircularán en sentido norte, de forma que para volver a Gran Vía deberán circular a través de las calles del Álamo, San Bernardino y San Leonardo. En términos de viario, la entrada al aparcamiento por la calle de García Molinas contará con un carril integrado, al igual que la salida por la calle de Ricardo León.

La actuación contempla a su vez la cubrición de parte de la rampa de acceso al aparcamiento, para dar mayor espacio peatonal en esa zona, actualmente muy reducida para el peatón, y también se renovará la impermeabilización de la cubierta de dicho aparcamiento subterráneo.

Además, el entorno de Mostenses contará con pavimentos renovados, nuevo mobiliario urbano, que incluirá pérgolas estanciales y juegos de niños, así como nuevo alumbrado y arbolado.

Un poco de historia

Ubicado a las traseras de los teatros Coliseum y del EDP Gran Vía, el mercado toma el nombre de la plaza donde se ubica, los Mostenses, en clara alusión al convento de San Norberto, formado por monjes mostenses (norbertinos) que estuvo en este mismo sitio del barrio del Universidad, hasta su derribo en 1810.

Inaugurado oficialmente el 29 de diciembre de 1945, el proyecto del arquitecto Carlos de Miguel, fue llamado en sus inicios Mercado de Santo Domingo, por estar al lado de la zona que lleva el mismo nombre.

Actualmente, este mercado conocido por mezclar culturas, gastronomías y productos de los cinco continentes entre sus 58 puestos, no ha cambiado mucho de su estructura anterior.

Uno de los aspectos que realzan su propia identidad es ese encuentro entre culturas que lo definen en sus cuatro puntos cardinales. Frutas exóticas, caviar iraní o un colmado con productos coreanos conforman una extensa oferta de diferentes países que convive con el comercio de productos del campo español, lo que hace de este mercado municipal un punto de encuentro, con una intensa vida en cualquiera de las tres plantas que lo componen.