Las AMPAS de los centros educativos afectados por las obras del Mahou-Calderón, CEIP Tomás Bretón, IES Gran Capitán y CEIP Joaquín Costa, junto a la Asociación de Vecinos Pasillo Verde-Imperial, han lamentado que "no se haya hecho ningún progreso en cuanto a los equipamientos públicos, según la memoria vinculante del Proyecto de Planeamiento Urbanístico".
"Las obras de urbanización y edificación avanzan, pero los equipamientos previstos siguen en el limbo", ya que "siguen sin abordarse", han señalado a través de un comunicado de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM).
En concreto, han aludido al centro de mayores de dos plantas del edificio residencial de vivienda protegida, para el que ha presentado una propuesta la Asociación de Vecinos Pasillo Verde-Imperial, que incluye un proyecto de vivienda residencial intergeneracional que fomente la relación entre las personas mayores y los niños del CEIP Tomás Bretón por la proximidad.
También se han referido a las pistas deportivas de uso mixto para el IES Gran Capitán, en horario lectivo, y los vecinos del barrio durante el resto del día, "aún pendiente de contestación por parte del Ayuntamiento, siendo necesarias como complemento del instituto, por lo reducido del espacio actual".
Igualmente, han apuntado a la ampliación del IES Gran Capitán y CEIP Tomás Bretón, al tiempo que han advertido que seguirán "atentos al desarrollo de los trabajos de remate de urbanización y al inicio de los trabajos de cubrición de licitación próxima, solicitando los controles ambientales pertinentes para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía más próxima y la salud de los niños y adolescentes que asisten a los centros escolares".
Los colectivos han agradecido al Ayuntamiento de Madrid la reunión de la comisión de seguimiento de las obras de la operación urbanística Mahou-Calderón, celebrada el 15 de marzo en la Junta Municipal de Arganzuela, para hacer un seguimiento de las obras y conocer el proyecto de cubrición de la M30 a su paso por el desaparecido estadio Vicente Calderón, aunque han lamentado que no se les facilitara la documentación antes de la reunión, "para poder prepararla adecuadamente".
Asimismo, han valorado positivamente que el Ayuntamiento mantenga un control de ruidos y de la calidad del aire durante esta fase de obras, monitorizado por Madrid Salud, al tiempo que han manifestado "serias dudas" sobre que el hecho de que gran parte de la obra se lleve a cabo con elementos prefabricados reduzca el impacto en la calidad del aire y la contaminación acústica durante los casi tres años que quedan de obras.
Además, han mostrado su preocupación por el transporte de los componentes prefabricados, en particular de las vigas de gran tamaño, "lo que supondrá un aumento del tráfico de camiones de gran envergadura", que sumado a las obras de edificación, puede causar "un grave problema de movilidad y seguridad vial, especialmente en los entornos escolares".
Garantías para la seguridad vial y movilidad en la zona
"Por ello, pedimos al Ayuntamiento y a la Junta Municipal de Arganzuela que garanticen la seguridad vial y la movilidad en la zona en los próximos tres años", han expuesto.
En este sentido, han señalado "algunos de los problemas sin solucionar" en este ámbito, como la "pacificación del tráfico rodado a su paso por los accesos al Colegio Público Tomás Bretón, con aprobación pendiente de la instalación de un radar para control de velocidad.
También han aludido, en la misma línea, a la protección del tramo de carril-bici Plaza de Legazpi-Puente de los Franceses, en el cruce con el puente de acceso a Glorieta de Marqués de Vadillo y acceso a M30, por "la peligrosidad evidente al paso de los vehículos a motor".
Igualmente, se han referido a la posible modificación del parque infantil junto al CEIP Tomás Bretón, "por no cumplir con las necesidades para pequeños con movilidad reducida, siendo este precisamente un colegio con niños y niñas con problemas motóricos".
Asimismo, han recordado que el IES Gran Capitán está pendiente de encontrar una nueva entrada accesible y segura para el alumnado, procediendo al derribo del callejón provisional trasero, producido por la parcela de ampliación del centro.
"De nuevo confiamos en que el Ayuntamiento de Madrid dé continuidad a una de las señas de identidad del proyecto 'Nuevo Mahou-Calderón', como es la participación ciudadana, y cuente con las Ampas y la asociación de vecinos hasta la completa terminación del desarrollo del ámbito", agrega el comunicado.