Las cocinas de Santa Eugenia, a través de la ONG World Central Kitchen (WCK), repartieron el pasado año 132.000 menús para dar respuesta a la población afectada por cinco grandes situaciones de emergencias acaecidas en nuestro país.
Además, desde sus instalaciones se coordinó el reparto de otros 250.000 menús más entre la población evacuada por la erupción del volcán de La Palma, así como al personal de los servicios de emergencia que participaron en las labores de ayuda.
El gasto total acumulado de todas estas acciones supuso una inversión de más de 2,5 millones de euros, sin coste alguno para las arcas municipales gracias al acuerdo firmado entre la Junta Municipal de Villa de Vallecas y la ONG World Central Kitchen (WCK), por el que la fundación ha establecido su sede en Europa en la primera planta del Mercado Municipal de Santa Eugenia.
Desde esas instalaciones, en enero del pasado año se cocinaron y distribuyeron 50.000 menús para los madrileños afectados por la nevada Filomena. Ese mismo mes, y tras la explosión de gas ocurrida en el edificio de la calle de Toledo 98, se distribuyeron también 2.000 menús más para los vecinos afectados.
Durante los incendios de Ávila, en septiembre de 2021, se cocinaron y repartieron 20.000 menús a las personas evacuadas, así como a los servicios de emergencia y en el mes de octubre, se elaboraron 50.000 menús más para dar cobertura a los refugiados afganos que llegaron a nuestro país en las bases de Torrejón de Ardoz (Madrid) y Rota (Cádiz).
Por último, desde la primera planta del Mercado de Santa Eugenia, la ONG WCK repartió esta pasada Navidad más de 10.000 menús destinados a colectivos en situación de inseguridad alimentaria en colaboración con distintas entidades y asociaciones de diferentes distritos de la ciudad.
Cesión de espacio municipal
El Ayuntamiento de Madrid cedió el pasado año la primera planta del Mercado de Santa Eugenia a la delegación en España de la Fundación World Central Kitchen para acoger en estas instalaciones la sede en Europa de esta organización, desde donde se coordinan las labores frente a situaciones de emergencia que puedan ocurrir en todo el continente, al tiempo que se desarrollan programas de calado social, con la actividad gastronómica y hostelera como protagonista.
Gracias a ese acuerdo de cesión, la ONG WCK hace uso de las cocinas y a cambio establece sus propios acuerdos de colaboración con otras entidades para dar respuesta a estas situaciones de emergencia, que apoyan a las realizadas por la propia junta municipal desde su Departamento de Servicios Sociales.
Así, en los próximos meses se van a poner en marcha actividades para la formación culinaria destinadas a adultos desempleados en riesgo de exclusión social, que les permitan desarrollar las habilidades necesarias para su reincorporación efectiva al mundo laboral.