Los vómitos y las náuseas se dan hasta en el 90% de los embarazos y hasta en el 2% pueden revestir gravedad. Los especialistas recomiendan realizar cambios en la dieta, evitar factores desencadenantes y, en caso necesario, terapia farmacológica.
Las náuseas y los vómitos durante el embarazo son habituales, sin embargo, son una de las principales causas de ingreso hospitalario entre las gestantes, con una prevalencia que se sitúa entre el 80 y el 90% de los embarazos. El período de inicio más frecuente es entre las cuatro y las siete semanas de gestación y suelen desaparecer según avanza el embarazo, generalmente entre las semanas 16 y 20.
“Sin embargo, esto no significa que las náuseas y los vómitos no puedan y deban tratarse”, asegura el Dr. Juan José López Galián, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José.
Para aquellas mujeres cuyo síntoma principal son las náuseas o los vómitos, se recomienda realizar cambios en la dieta, evitar factores desencadenantes y, en caso necesario, terapia farmacológica.
“Comer antes de tener hambre, hacerlo lentamente y en pequeñas cantidades –cada una o dos horas–, para evitar indigestiones, eliminar el consumo de algunas sustancias como café, alimentos picantes, alimentos altos en grasas y consumir comidas ricas en proteínas y alimentos ricos en jengibre, así como consumir bebidas carbonatadas”, serían algunas de las medidas a adoptar sobre la dieta, señala el especialista.
Junto a ello, evitar algunos factores ambientales, como habitaciones congestionadas, olores fuertes y ambientes calurosos, húmedos o ruidosos, también puede ayudar.
Finalmente, si ninguna de estas medidas diera resultado, podría iniciarse tratamiento farmacológico, comenzando por la administración de vitamina B6 (sola o en combinación con otros fármacos, como la doxilamina), con la posibilidad de ir variándolo en función de los resultados obtenidos.