El número de animales de compañía en España ha crecido un 40% en los últimos cinco años, hasta llegar a 13 millones de mascotas, de las que algo más de 12 millones son perros y, desde hace unas semanas, éstos se han convertido para muchos en su única compañía y más en un desahogo que en una obligación: esos paseos que antes suponían un incordio ahora son una manera de ver la luz del día y tomar un poco de aire, siempre respetando las normas dadas por las autoridades.
Los españoles están yendo a los supermercados y en muchas ocasiones comprando como si no hubiera un mañana, carros y carros llenos de comida y lujos que igual antes del confinamiento no nos dábamos, total, es lo único que nos queda...
Pero, ¿estamos haciendo lo mismo con nuestros perros? ¿también les estamos comprando más comida de la habitual? La respuesta es sí, según datos de www.nutritienda.com, tienda online de productos para mascotas. Los españoles gastaban una media de 1.200 euros al año en cada perro y un 80% de estos gastos van destinados a la alimentación. Un gasto que supondrían unos 80 euros al mes y que, desde el inicio del confinamiento, han aumentado en un 40% hasta los 112 euros.
Gracias a la amplia variedad de opciones, hacer que los perros sigan una dieta correcta no es complicado, pero, como en el resto de aspectos del cuidado animal, el conocimiento es la clave. El 92% de los dueños invierten en comidas 'de marca', ya que consideran que la calidad es primordial, y aunque es así, no sólo hay que fijarse en eso. Hay que informarse bien y preguntar al veterinario cuál es el tipo de alimentación idóneo para cada mascota, en función de factores determinantes como su sexo, edad, peso o estilo de vida.
No todo tipo de alimentación vale para todos los perros, por lo que copiar la alimentación de un vecino o simplemente 'coger por coger' de todo en el supermercado puede no ser sinónimo de éxito. Los alimentos comerciales para perros pueden ser muy variados, pero se clasifican en dos grandes tipos: en alimentos húmedos o secos, según su contenido en agua. Muchas veces uno no sabe qué diferencia hay, ni que es mejor para nuestra mascota, por lo que los expertos de Nutritienda.com han elaborado una serie de pautas para mejorar la salud de nuestros perros y poder saber qué es lo más conveniente en lo que a su alimentación se refiere.
Pros y contras de la comida húmeda
La comida húmeda puede representar una excelente opción de alimentación para todo tipo de perros. Los beneficios de la comida húmeda en una mascota son, principalmente, los siguientes:
1. Aporta al perro una hidratación extra. Es más, este alimento es el más idóneo en casos en los que el perro no tome la suficiente agua o en momentos y situaciones en las que el acceso a la misma esté más limitado. Algo muy beneficioso para la salud de las vías urinarias del can.
2. Se sacia antes y controla su peso. Gracias a este 'extra' de agua, los nutrientes en la alimentación húmeda están más diluidos, lo que hará que el perro tome más cantidad de alimento para obtener la misma cantidad de calorías en comparación a la alimentación seca. Esto ayudará a que la mascota se sacie antes y se pueda, así, controlar su peso (algo muy interesante en animales con tendencia a la obesidad). ¡Ojo! No todo vale: si no se controlan las cantidades ni la calidad del alimento se podría obtener el efecto contrario haciendo que el perro suba de peso.
3. Aporta nutrientes de calidad. En la mayoría de casos, este tipo de alimentación aporta al perro una serie de nutrientes de calidad, necesarios para su sano crecimiento y desarrollo que no siempre se encuentra en los piensos secos más comunes. Hay que tener en cuenta siempre los componentes del alimento que se compren para asegurarse de darle todo lo que necesita y, siempre, de la mejor calidad posible.
4. Su aroma y sabor facilita su ingesta. Es la opción más atractiva, gracias a su aroma y sabor. Esto ayuda a potenciar su ingesta en animales con problemas renales y con poco apetito.
5. Fácil de masticar. Es ideal para perros muy jóvenes, de edad avanzada o con problemas dentales, por su textura más tierna y suave.
Pero, no es oro todo lo que reluce. Con respecto a los aspectos negativos o contras de este tipo de alimentación, esto es lo que hay que saber:
1. No toda vale. Si se adquiere comida húmeda demasiado económica, fijándonos sólo en el precio y no en el contenido, es probable que se le esté privando al perro de nutrientes esenciales para mantenerse en un buen estado de forma y salud.
2. Ojo con el sobrepeso. Los perros que consumen principalmente comida húmeda, suelen ser más propensos a problemas como la obesidad, tal y como no se ha comentado anteriormente si no se controlan las cantidades. Hay que buscar siempre el alimento de mejor calidad y vigilar las raciones.
3. Es de consumo inmediato. Este alimento debe ser consumido inmediatamente después de la puesta en el plato del perro, ya que cuanto más tiempo pase, más disminuirá la calidad, lo que puede comprometer seriamente la salud de la mascota.
4. Su mantenimiento es más complicado. La comida húmeda requiere más condiciones para su correcto mantenimiento y almacenamiento. Cuanto más tiempo esté almacenado, más posibilidades tendrá de que la comida caduque, se deteriore o forme bacterias dañinas para el perro. Hay que fijarse siempre en la fecha de caducidad y mantener el alimento en un lugar fresco y seco.
Pros y contras de la comida seca
Los piensos suelen presentar una composición más equilibrada. Además, ayudan a mantener la dentadura del animal limpia y libre de sarro. Hay gran cantidad de variedades de piensos secos para cubrir las necesidades de todo tipo de perros. De hecho, hay específicos para razas grandes, pequeñas, medianas, para perros castrados, perros activos o, incluso, algunos indicados para los que realizan poco ejercicio. Además, la relación calidad/precio es mucho mejor que la que hay en otros alimentos. Estos no son los únicos beneficios de la comida seca o pienso, los expertos enumeran los siguientes:
1. Es más fácil de almacenar y dura más tiempo. Ya hemos comentado que la proporción de agua en la comida húmeda es superior, concretamente, en este tipo de comida, supone entre el 60-84% del alimento mientras que, en la alimentación seca, la proporción está entre el 3%-12%. Esta disparidad influye en la duración del producto y hace que el pienso se conserve en óptimas condiciones durante mucho más tiempo.
2. Es más rentable. Este tipo de alimentación es más rentable que la húmeda, ya que viene más cantidad a menor coste. Pero, no solo es la opción más económica, también es la más respetuosa con el medio ambiente (a rasgos generales), ya que implica el uso de menos envases. No obstante, cada vez más fabricantes son conscientes de las opciones disponibles para mejorar su impacto medioambiental. ¡Hay que informarse!
3. Engorda menos. Debido a su bajo contenido de calorías y carbohidratos, este tipo de alimento resulta el más adecuado si se necesita controlar el peso de la mascota.
4. Buena para su dentadura. El formato del alimento seco tiene un efecto mecánico sobre los dientes ayudando a eliminar restos de comida. ¡Muy beneficioso para mantener la dentadura del perro limpia previniendo la formación de sarro y placa bacteriana!.
5. No son necesarias grandes raciones. No hace falta gran cantidad de pienso para que la mascota obtenga toda la energía que necesita. La comida seca incorpora carnes y otras partes animales deshidratadas y desengrasadas, que suponen una fuente de proteína concentrada muy rica en nutrientes. Esto implica que una pequeña porción de pienso aporte al perro abundante energía, mientras que para mantener ese nivel energético con la comida húmeda se necesitaría el doble o triple de alimento.
6. Ensucia menos. El pienso no deja manchas, ¡ni siquiera cuando al perro se le cae del plato! Los restos que este tipo de alimentación deja se pueden limpiar fácilmente y su olor es menos intenso.
Pero, al igual que la comida húmeda también tiene sus contras:
1. Ojo con la hidratación. Si el perro no consume mucha agua y su dieta se basa solo en comida seca, puede desarrollar algunos problemas de salud.
2. Calidad. Se debe tener en consideración la calidad del pienso o comida seca y los componentes para poder asegurar una adecuada alimentación de la mascota ya que es muy habitual encontrarse con piensos que no tienen los nutrientes necesarios para el can. Por ello, mejor los piensos naturales, ¡tan de moda actualmente!
Noelia Suarez, directora de comunicación de Nutritienda.com, ha dicho: “La compañía de nuestros perros está resultando vital en estos momentos tan complicados, especialmente en los hogares en los que hay niños o personas que viven solas. Queremos aprovechar para recordar que debemos preocuparnos por su salud y su alimentación, igual que hacemos con nosotros mismos. La elección de un único tipo de comida no es lo más correcto, así que, salvo indicaciones veterinarias o necesidades concretas, los expertos recomiendan la combinación de alimentos secos y húmedos para tener una alimentación más equilibrada".
Hay que tener en cuenta que lo más importante es supervisar las proporciones de energía y nutrientes, para que no excedan las necesidades de nuestro perro, algo que muy probablemente haya cambiado por la situación actual ya que no darán esos largos paseos o practicarán sus ejercicios en las calles. No todos los animales son iguales, pero lo ideal en un perro adulto es que la alimentación contenga aproximadamente un 70% de carne y un 30% de verduras, sin olvidar las grasas y aceites esenciales, y evitar los productos con exceso de cereales, potenciadores del sabor, conservantes y edulcorantes. No obstante, es muy importante consultar con el veterinario para saber qué solución es la mejor para nuestro fiel compañero.