El ayuntamiento ha dado hoy luz verde a la redacción del proyecto de soterramiento de la A-5, al que se destinan 5 millones de euros, y que debería estar terminado en nueve meses. Las obras, según las previsiones municipales, comenzarían en febrero de 2022, y estarían terminadas en el primer trimestre de 2023.
Se trataba del proyecto estrella del Partido Popular en las pasadas elecciones, la construcción de un túnel en el paseo de Extremadura bajo el que discurriría el tráfico de la autovía A-5, dejando en superficie un bulevar con zonas verdes, bautizado como Paseo Verde del Suroeste.
La Junta de Gobierno del ayuntamiento ha dado hoy luz verde al gasto plurianual de cinco millones de euros para la redacción de este proyecto, que deberá estar listo en nueve meses. Tal como ha adelantado la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, se prevé que las obras comiencen en febrero del año que viene, para estar terminadas en el primer trimestre de 2023.
El proyecto, que ejecutará el área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante, propone convertir el paseo de Extremadura, por la que a diario transitan 130.000 coches procedentes en gran medida de municipios limítrofes, en un área urbana con zonas verdes, espacios públicos y servicios, permitiendo la permeabilidad entre ambos márgenes de la vía.
Zonas verde en el bulevar
Sobre el túnel previsto habrá 80.000 metros cuadrados de zonas verdes, la mayor parte en el bulevar central, a cuyos lados habrá un carril por sentido que compartirán los autobuses y el tráfico interno de los vecinos de Batán, Colonia Jardín, Lucero y Campamento. Además contará con un carril bici que contectará Madrid Río con Alcorcón.
El túnel, de casi cuatro kilómetros de largo, conectará la A-5 bajo tierra entre la avenida de los Poblados y los túneles de la M-30 con tres carriles por sentido, uno de ellos Bus-VAO.
La infraestructura se ejecutará mediante el método de falso túnel o cut and cover -se excava a cielo abierto y luego se pone la cubierta- que según el estudio ambiental es el más viable. La técnica permitirá además mantener uno de los sentidos abierto al tráfico mientras se trabaja en el otro, causando menor afección al tráfico.
Los ruidos, la contaminación y la barrera física entre los barrios de Batán, Colonia Jardín, Lucero y Campamento que supone esta autovía de seis carriles son una queja histórica de los vecinos, a la que el anterior equipo de gobierno de Ahora Madrid trató de poner solución con el proyecto A-5 Vía Urbana. La actuación se quedó en la instalación de semáforos para templar el tráfico y regular algunas intersecciones, que el equipo de gobierno del PP y Ciudadanos eliminaron a poco de llegar al Consistorio.
Críticas desde Más Madrid
Precisamente el anterior edil de Desarrollo Urbano, José Manuel Calvo, ha criticado el proyecto que hoy se ponía en marcha, poniendo en duda la viabilidad de los plazos previstos y la solución de dejar solo un carril por sentido en superficie.
Calvo señala que el 50% de los coches que usan la vía proceden del propio distrito de Latina, por lo que si tienen que compartirlo con los autobuses estará "permanentemente colapsada en superficie".