Las actividades del programa se celebrarán entre el 15 y el 17 de enero, en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles y en la iglesia de San Antón. El pregón, a cargo de Irene Villa, será el sábado 15, a las 13.00 horas, en el Palacio de Cibeles con un homenaje a los veterinarios.
Las celebraciones tendrán dos enclaves principales, la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles (entrada por la calle de Montalbán, 1) y la iglesia de San Antón, ubicada en la calle de Hortaleza, 63.
La Galería de Cristal acogerá el sábado, a las 13.00 horas, el pregón de la psicóloga y periodista Irene Villa, además de diversas actividades relacionadas con el mundo animal que se celebrarán a lo largo del fin de semana y puestos informativos de distintas asociaciones y de Madrid Salud.
Con aforo limitado y cumpliendo con las medidas higiénico-sanitarias adecuadas, el próximo sábado se podrá disfrutar de las exhibiciones de la Asociación de Profesionales Caninos con Acreditación (12.00 h), la Unidad Canina de Policía Municipal de Madrid (13.30 h), los perros de asistencia Roncescan (17.30 h) y de adiestradores (18.30 h). Además, entre las 14.00 y las 17.00 horas, habrá una presentación de los perros en acogida que buscan adopción.
Para el domingo 16, se han organizado más exhibiciones, de la Unidad Canina de la Guardia Civil (11.00 h), la Escuela de Formación Profesional Canina de Nacho Sierra (12.30 h), la Unidad Canina de Policía Nacional (13.30 h) y la Organización Nacional de Ciegos Españoles, ONCE, (17.00 h). De 18.00 a 19.30 h, habrá desfiles de los animales de las protectoras. Por otro lado, los pequeños de la casa podrán disfrutar de actividades familiares e infantiles el sábado, a las 17.00 horas. y el domingo, a las 11.15 horas.
En la iglesia de San Antón, entre los días 14 y 17 de enero, se celebrará la tradicional venta de panecillos. Aunque por la actual situación sanitaria habrá aforo limitado en el interior del templo, el día grande de las celebraciones, el lunes 17, se sucederán los actos litúrgicos con la bendición de los animales. Entre las 12.00 y las 18.00 horas, las eucaristías serán cada hora hasta llegar a la misa solemne, que oficiará el padre Ángel, a las 19.00 horas.
Como novedad, este año todas las eucaristías se podrán seguir en directo por streaming, en la web www.sananton.net.
Además, el mismo día 17 se recuperan las tradicionales ‘Vueltas de San Antón’, a las 17.30 horas, en las que los animales recorrerán en compañía de sus dueños las vías de Hortaleza, travesía de San Mateo y las calles de San Mateo, Fuencarral y Hernán Cortes.
Centro de Protección Animal del Ayuntamiento
Otra de las actividades programadas para el sábado 15 es la apertura de puertas, entre las 10.00 y las 14.00 horas, del Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Madrid (CPA), para que la ciudadanía pueda conocer sus equipamientos. La instalación municipal, en la carretera del barrio de la Fortuna, 33, se convierte en un punto de encuentro donde se realizará una charla informativa, una visita al centro y se podrá interactuar con algunos de los animales allí acogidos. Con aforo limitado, se llevarán a cabo dos turnos, a las 10.00 y a las 12.00 horas.
Para poder participar, es necesaria la inscripción previa en el correo electrónico cultucentro@madrid.es, con el asunto del mensaje: CPA puertas abiertas. La fecha límite para inscripciones es el viernes 14 de enero, antes de las 12.00 horas. En el cuerpo del mensaje se indicará a cuál de los dos turnos se desea asistir y si se va en coche particular o en el autobús de traslado al CPA. Estos autobuses tendrán salidas a las 9.15 y a las 11.15 h desde el paseo del Prado, 1, a donde regresarán una vez finalizada la visita.
Una tradición de claro arraigo rural
Pero, ¿de dónde viene esta tradición de claro arraigo rural, que se ha mantenido en un entorno ya totalmente urbano?
El santo, nacido en el año 251 en la tierra de los faraones, dio a su vida un giro radical a los 20 años, tras el fallecimiento de sus padres: vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se fue a vivir al desierto.
La soledad le acompañaría desde entonces, ya que el retiro sólo lo rompería en contadas ocasiones, entre ellas la lucha contra la persecución religiosa desatada en el año 311 por el emperador Maximiano y, posteriormente, para visitar a San Pablo.
Es en ese aislamiento donde registró extraños episodios, con demonios en forma de bestias salvajes con los que se batiría a muerte y donde, según las leyendas, se le acercaron una jabata y sus dos jabalines, todos ciegos. Antón, compadecido de su desgracia, obró el milagro de devolverles la vista. La jabata permanecería con él el resto de su vida, defendiéndole de las innumerables fieras del desierto.
Por esa razón, en numerosas obras de arte se representa a San Antón con un cerdo a sus pies. Algo que se convirtió en la metáfora del dominio sobre el mal, según la tradición judía, llegándose a especular incluso que se trataba del propio diablo a quien Antón convirtió en cerdo.
Esa vinculación siempre con los animales -visiones, leyendas, estudio, observación-, le convirtieron en su patrón y en centro de la devoción de los campesinos y, hoy, de todos los amantes de los animales.
En Madrid, la historia arraiga en la Edad Media, cuando se celebraba el ‘cerdo del Concejo’ o el ‘rey de los cochinos’, una fiesta popular en la que, colectivamente, se criaba a un cerdo, que sería subastado el día de la fiesta del santo.
La fiesta fue prohibida en 1619 hasta que, tras la Guerra de la Sucesión, se volvió a autorizar. Al construirse la iglesia, en la calle de Hortaleza, 63, a mitad del siglo XVIII, la celebración fue convirtiéndose poco a poco en una romería popular en la que la cebada y el centeno que traían los campesinos era bendecida por los padres escolapios y se repartían los famosos panecillos. Con el tiempo, la fiesta volvería a suspenderse, a retomarse… Hasta que, en 1983, las ‘Vueltas’ retornaron para quedarse en Chueca.
Las reliquias de San Valentín
La iglesia, obra de Pedro de Ribera, fue inicialmente un hospital de leprosos, aunque ya en 1794, con el reinado de Carlos IV, pasó a manos de los padres escolapios. Durante el siglo XIX, el edificio sufrió una remodelación a cargo de Francisco Rivas, adaptando su fachada al estilo neoclásico, que perdura hasta nuestros días.
En su interior, también podemos comprobar no solamente el amor de los animales, sino el amor con mayúsculas, ya que se guarda parte de las reliquias de San Valentín, cuya festividad celebramos el día 14 de febrero. En su fachada exterior, destaca el reloj más antiguo de la ciudad, situado en una de sus torres.
Desde 2015 el Padre Ángel y Mensajeros de la Paz se encargan de su gestión, con diversos programas de actividades y servicios de ayuda a los más necesitados, pero donde toda la ciudadanía está invitada a colaborar con numerosas propuestas.