masinteresmadrid.com

Entre el martes 3 y el viernes 6, permanecerá abierto de 11.00 a 18.30 horas, mientras que el fin de semana recuperará su horario habitual

El parque de El Capricho abrirá entre semana para celebrar 50 años siendo un jardín municipal

Situado en el distrito de Barajas, El Capricho comenzó a escribir su historia en el siglo XVIII cuando los IX duques de Osuna adquirieron una finca en la Villa de La Alameda, que representa el mayor ejemplo de villa suburbana y de jardín paisajista del siglo XVIII en España.
Ampliar
Situado en el distrito de Barajas, El Capricho comenzó a escribir su historia en el siglo XVIII cuando los IX duques de Osuna adquirieron una finca en la Villa de La Alameda, que representa el mayor ejemplo de villa suburbana y de jardín paisajista del siglo XVIII en España. (Foto: Ayuntamiento de Madrid)
Por Redacción Este
x
promanillosmasinteresmadridcom/12/1/12/29
viernes 29 de noviembre de 2024, 00:35h
El Capricho de la Alameda de Osuna abrirá, excepcionalmente, del 3 al 6 de diciembre, para celebrar su 50 aniversario como parque municipal. Este jardín, único en Madrid por su estilo romántico, destaca por su patrimonio histórico y natural, y alberga una rica fauna y vegetación.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha descubierto una placa conmemorativa y ha destacado que 'este jardín es uno de los mejores exponentes de la importancia que el Ayuntamiento concede al cuidado y mejora de las zonas verdes'.
Ampliar
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha descubierto una placa conmemorativa y ha destacado que "este jardín es uno de los mejores exponentes de la importancia que el Ayuntamiento concede al cuidado y mejora de las zonas verdes". (Foto: Ayuntamiento de Madrid)

El Capricho de la Alameda de Osuna va a abrir de forma extraordinaria durante toda la primera semana de diciembre, y no sólo el fin de semana, como ocurre durante el resto del año, para celebrar que han pasado 50 años desde que el Ayuntamiento de Madrid compró este parque.

De este modo, El Capricho, construido entre 1787 y 1839 para los Duques de Osuna, va a abrir desde el martes día 3 hasta el viernes día 6, entre las 11.00 y las 18.30 horas, mientras que el fin de semana (días 7 y 8) recuperará su horario habitual, entre las 9.00 y las 18.30 horas.

En una visita al jardín, ubicado en el distrito de Barajas, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha resaltado que El Capricho es “el único parque romántico” que se conserva en la ciudad y ha enfatizado que, por su valor ecológico y su valor de patrimonio histórico, no puede acoger más de 1.000 personas a la vez en sus instalaciones.

El Ayuntamiento explica que El Capricho comenzó a escribir su historia en el siglo XVIII, cuando los IX duques de Osuna adquirieron una finca en la Villa de La Alameda, que representa el mayor ejemplo de villa suburbana y de jardín paisajista del siglo XVIII en España.

La duquesa de Osuna, rodeada de los mejores jardineros, arquitectos, escultores y escenógrafos de ese momento, desarrolló un programa cultural ilustrado que hizo de este espacio de Madrid uno de los puntos de reunión y encuentro más frecuentado por personalidades, intelectuales y artistas.


Patrimonio natural y artístico

Carabante ha descubierto una placa conmemorativa del 50 aniversario de El Capricho como jardín municipal, y después, ha realizado una visita por varios de sus puntos más emblemáticos, acompañado por el concejal responsable del área delegada de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, y el concejal de Barajas, Juan Peña.

Desde el punto de vista de su protección, El Capricho reúne las declaraciones de Jardín Histórico, Jardín Artístico y Bien de Interés Cultural.

A lo largo de su recorrido se encuentran las edificaciones denominadas como 'caprichosos', como es el caso del Abejero –un pabellón donde se contemplaba cómo vivían y trabajaban las abejas–, el embarcadero, la ermita, el fortín, el Casino de Baile o la Casa de la Vieja, una casa de labranza que representaba la vida de las clases populares.

El palacio albergó un majestuoso comedor, una biblioteca y las alcobas, decoradas con obras de importantes artistas, entre ellos Goya.

Otro de los puntos visitados durante su recorrido es la exedra y la plaza de Los Emperadores, decorada con bustos de personajes clásicos y un pequeño templete.


En lo que concierne a su patrimonio natural, destaca la importancia que tiene el agua en el jardín, a través de sus estanques, albercas, fuentes y cascadas. El Ayuntamiento recomienda como puntos de obligada visita el arroyo –que recorre la finca de norte a sur– y la ría –que inicia su trayectoria en el Casino de Baile, se ensancha en el lago y finaliza junto al fortín–.

Su vegetación se caracteriza por los bosquetes de lilos y de árboles del amor, mientras que en sus praderas y paseos sobresalen notables ejemplares de robles, pinos, fresnos, cipreses, tejos y cedros, entre otros. También destaca el laberinto, localizado junto al jardín bajo, realizado con laureles.

Variada fauna

Esta riqueza vegetal permite albergar una fauna variada, con aves como el mirlo, la paloma torcaz, el petirrojo o el ruiseñor.

En los elementos de agua se localiza al cisne negro y a parejas de ánade azulón, y entre los mamíferos presentes en El Capricho, se encuentran la ardilla roja, la musaraña, el ratón de campo o el ratón común, que pueblan las arboledas y las zonas de matorrales.

Templete elíptico


El templete elíptico de El Capricho, que desde las primeras décadas del siglo XIX contiene una escultura del dios Baco, es una las construcciones más destacables y hermosas del parque de la Alameda de Osuna, declarado, en 1934, Jardín Artístico, hoy Bien de Interés Cultural (BIC) como Jardín Histórico.

Fue realizado entre 1786 y 1789 durante la primera fase de ejecución del jardín, en tiempos de Doña María Josefa de la Soledad Alonso-Pimentel y Téllez Girón (1752-1834), condesa-duquesa de Benavente y duquesa de Osuna, quien, entre 1784 y 1834, fue la principal promotora de El Capricho.

Ignoramos a quién se debe su diseño (quizá a alguno de los jardineros franceses contratados por la duquesa), aunque su ejecución debió de correr a cargo de alguno de los arquitectos españoles activos en la finca por aquellos años (Mateo Guill, Manuel Machuca y Mateo Medina, principalmente), con quienes colaboraron el escultor José Guerra, responsable de varios adornos menores, y el marmolista Ramón Pardo, autor de los bancos del interior.

Esta singular arquitectura de jardín, de gran valor paisajístico e inspirada en los templetes presentes en los jardines neoclásicos o de estilo inglés (también llamados anglo-chinos), albergó en un principio una estatua de la diosa Venus, en concreto, una Venus de Médicis de estilo neoclásico realizada entre 1793 y 1797 por el escultor Juan Adán, que fue trasladada a comienzos del siglo XIX a la cercana construcción conocida como el Abejero.

Originalmente, el templete tenía una cúpula de fábrica, pintada en su interior con casetones, que se demolió o derribó alrededor de 1810 y no fue nunca reconstruida.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios