Este palacete del siglo XIX, ubicado en la calle de Fortuny, en el madrileño barrio de Almagro, ha sido parte de la historia de Madrid del siglo XX y XXI acogiendo a personajes de la 'jet set', aristócratas e incluso artistas de Hollywood.
Fortuny nos sorprende con un nuevo concepto de ocio, un restaurante italiano, un club, una coctelería de autor y una exquisita terraza cubierta, que nos transporta a un jardín veneciano. Este oasis en medio de la ciudad es un espacio singular e único.
El club Morris de Fortuny Home & Club es uno de esos espacios donde se funde lo clásico y lo moderno. El terciopelo y el animal print evoca las fiestas de la jet set europea y permite sentirse una estrella en este espacio para bailar y tomar algo.
La propuesta gastronómica llega de las manos del restaurante Benedetto, que hace un homenaje a Benedetto Pesaro, un noble veneciano que fue dueño de lo que es hoy en día, el palacio Fortuny en Venecia.
En este restaurante se puede degustar una refinada cocina italiana, donde nos encontramos también algunas especialidades de cocina mediterránea que no nos dejan indiferentes.
El restaurante se encuentra situado en el cielo del palacete, pero la Cúpula nos permite disfrutar de una experiencia al aire libre y saborear coctails de autor y deliciosos platos, como el Carpaccio de Amalfi, de cigalas, flambeado con crema de mariscos y cítricos; las Zamburiñas Aglio e Olio o las croquetas de Gorgonzola, entre otros.
La influencia oriental también está presente en el salón Japonés, con platos de corte asiático, como la tempura de langostinos o el isiyaki de vaca madurada en tataki, a los que se suman nigiris, rolls y maki. Hay que destacar que lo más sorprendente es su variada y exclusiva carta de vinos italianos, única en Madrid.
El toque 'gourmet' napolitano
Benedetto es un lugar mágico donde vivir una experiencia única. Sus salones cuentan con una decoración inspirada en la estética gótica veneciana. En la carta destacan las pastas, una de sus especialidades y el toque gourmet de la cocina napolitana, las pizzas y el champagne.
Su origen nos remonta al Nápoles de 1889 y, más concretamente, a las cocinas de la pizzeria Bracci, donde su chef, Raffaelle Esposito, decidió crear la pizza tricolor, en honor a la bandera del país, para la que por aquel entonces era la reina del imperio italiano, Margarita de Saboya.
Otras opciones son la Pata Negra, mozzarella, jamón de bellota, manchego rallado, rúcula y queso azul; la Giudecca, mozzarella, tomates secos, trufa negra y micromezclum, o la Dante Alighieri, tomate, mozzarella, salami picante, salsa de Nduja y brotes de hinojo.
En definitiva, Fortuny Home Club es una visita obligada en la agenda de cualquier amante de la gastronomía y del ocio, que se puede disfrutar en este espacio multidisciplinar.
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