Para algunos es una ventaja y, para otros, un entorno lejos de idílico. Con el fin de aprovechar mejor el teletrabajo con niños en el hogar, sin distracciones durante la jornada laboral y con los más pequeños entretenidos, proponemos cinco maneras de conseguir una óptima conciliación familiar y cómo la tecnología te puede ayudar.
Hasta ahora, solo el 4,3% de los ocupados en España teletrabajaba en su domicilio, según los datos de la Encuesta de Población Activa. Se ubica en un puesto intermedio, aunque por debajo de la media europea, que se establece en el 5,2%. No obstante, debido al brote de Covid-19, trabajar desde casa ya no es un privilegio, sino una necesidad.
Para algunos es una ventaja y, para otros, un entorno lejos de idílico. Pero, trabajar en casa con niños no tiene por qué verse como algo estresante, sino más bien como un momento perfecto para aprender a manejar el tiempo entre ser productivo y divertirse con los pequeños. Gracias a herramientas como las tabletas, relojes inteligentes y otros dispositivos que transforman el hogar en un espacio productivo y divertido, la tecnología es un fuerte aliado para reunir lo mejor de estos dos mundos: trabajo y familia.
Con el fin de aprovechar mejor el teletrabajo con niños en el hogar, sin distracciones durante la jornada laboral y con los más pequeños realizando tareas educativas y de ocio, la marca SPC propone cinco maneras de mantener el equilibrio y conseguir una óptima conciliación familiar:
1. La disciplina es fundamental, al igual que establecer una rutina. Uno de los mayores retos para los padres teletrabajadores es el adecuado manejo del tiempo y de las distracciones: para los niños estar en casa con ellos supone una gran atracción. Mientras se trabaja en remoto, se debe establecer un plan de acción que permita cumplir los objetivos y requerimientos de la empresa. La clave está en fijar rutinas y aprovechar muy bien las horas: es fundamental marcar unas pautas y normas en la familia, dejar clara la jornada laboral de los padres y su necesidad de concentración durante estas horas con la mínima interrupción.
Para que los hijos compartan esta responsabilidad por la rutina es posible establecer con ellos, de lunes a viernes y en la manera de lo posible, unas rutinas y un horario similar al del colegio, donde se especifiquen los espacios y tiempos dedicados a cada actividad. Los padres también pueden planear diferentes 'asignaturas' alternativas: desde minijuegos para aprender idiomas, hasta nuevas lecturas a través de un eBook.
No obstante, también es necesario dedicar momentos de calidad en familia como recompensa tras realizar actividades más largas, o al finalizar la jornada: puede ser una oportunidad para crear y recuperar rituales familiares. Por ejemplo, planear una noche de película, realizar un proyecto de decoración en casa o preparar alguna receta de cocina fácil entre todos.
2. No olvidar la actividad física. Durante la jornada es bueno hacer pequeños descansos, un momento perfecto para realizar estiramientos para evitar futuros dolores de espalda. En estos momentos podemos aprovechar para fomentar la actividad física diaria de los niños, y proponerles diferentes ejercicios y prácticas. Si se practica yoga, se puede introducir a los hijos a través de algún vídeo en la tablet con ejercicios adaptados a su edad; o si por el contrario les motiva más cantar, bailar o hacer teatro, dejar que den rienda suelta al artista que llevan dentro para mejorar su concentración y creatividad.
También se propone realizar actividades físicas en el interior, con los hijos, monitorizando los ejercicios a través de un reloj inteligente: una forma saludable, recomendada y divertida de pasar tiempo juntos. Además, la práctica deportiva reduce la ansiedad, mejora el humor, el sueño y disminuye el riesgo de sobrepeso.
3. Adaptar los turnos y gestionar el tiempo de manera inteligente. Todos los momentos del día no siempre serán productivos: entre las tareas del propio trabajo, la atención solicitada por los niños, a veces surgen problemas que pueden distraer de las tareas principales. Además de gestionar esas interrupciones de forma paciente, es importante saber adaptarse a las circunstancias. Siempre que se pueda —si el trabajo no requiere de un horario determinado o de disponibilidad inmediata—, lo mejor es posponer la mayor parte de la carga laboral o aquellas tareas que requieren de una especial concentración para aquellos momentos del día en que los niños estén más relajados y demanden menos atención.
4. Organizar tareas divertidas cuando finalicen sus deberes. Además de la televisión, hay más opciones para entretener a los niños mientras se trabaja. Por ejemplo, pueden contactar con sus amigos a través de redes sociales y compartir experiencias y consejos con sus amigos, si son mayores; u organizar videoconferencias con familia y amigos a través de la tablet o el smartphone, si son más pequeños. Por ejemplo, durante la hora del almuerzo, es posible hablar con la familia por videollamada para asegurar que no pierdan la conexión social.
También pueden realizar actividades como pintar o realizar manualidades siguiendo vídeos 'online', customizar la ropa que ya no les gusta, planear obras de teatro con sus juguetes o sentarse con los hermanos, si tiene, a jugar a juegos de mesa.
5. La tecnología, el mejor aliado para el teletrabajo con niños. Ofrecerles actividades para que expresen su creatividad es una buena idea, pero pueden hacerles perder el interés pronto. La tecnología, por su parte, permite tenerles centrados durante un tiempo más prolongado mientras los padres trabajan desde casa. Además, se puede habilitar un área de la casa dedicada al uso de estas herramientas: donde puedan ver películas, resolver juegos educativos en una tableta o crear coreografías de baile a través de un reproductor de MP3 con un altavoz portátil.