Los madrileños se adaptan al cierre de la Línea 6 del Metro, utilizando autobuses de la EMT como alternativa. A pesar de las colas y el aumento en los tiempos de viaje, el sistema ha funcionado con normalidad, facilitando el acceso a puntos clave como Ciudad Universitaria.
Los madrileños han optado este lunes, primero del curso escolar, por reformular su rutina para adaptarse al cierre de la Línea 6 de Metro en su flanco este, que comprende el tramo entre Moncloa y Legazpi, pasando por puntos tan concurridos en hora punta como Nuevos Ministerios o Avenida de América.
Un cierre que ha llevado a muchos usuarios de la 'Circular' –la más utilizada, con 143.000 viajeros– a armarse de paciencia ante las colas para hacer uso de los servicios de autobús de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT Madrid) que cubren en superficie el tramo sin servicio.
En concreto, han estado circulando 56 autobuses del Servicio Especial, con una demanda de más del 70% –algo mayor en algunos puntos en concreto– y que ha funcionado "con normalidad", con una frecuencia máxima de cinco minutos, según han apuntado fuentes de Metro.
A pesar de las dudas propias de algunos usuarios, un conductor del nuevo servicio especial sustitutivo de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha asegurado que las primeras horas de la mañana han transcurrido de forma "fluida", aunque con un tráfico de pasajeros "bastante considerable".
Esta nueva opción de autobús, que replica en la superficie el recorrido de la L6, ha provocado colas para su acceso, lo que en algunos momentos ha llegado a ralentizar la circulación del transporte. Nuevos Ministerios, Avenida de América o Manuel Becerra son algunas de las zonas con más tráfico de viajeros.
Sin embargo, "nadie se está quedando fuera", según han destacado unos trabajadores de Metro que la empresa pública ha desplegado en las paradas para informar a los usuarios. Fuentes del suburbano han apuntado que se ha podido movilizar a todos los usuarios y han destacado el "importante" esfuerzo de información por parte del personal de la compañía, con más de 120 personas para atender las dudas de los clientes.
En general, el ambiente de este servicio sustitutivo ha sido similar al de Metro en una mañana cualquiera: un espacio repleto de personas en pie y abriéndose paso para poder subir o bajar.
Lo que sí ha cambiado con respecto al funcionamiento habitual ha sido la duración de los trayectos. Saliendo algo antes de las 9.00 horas, el tráfico y el tiempo que tardan en subir los usuarios provoca que se tarden más de 50 minutos desde Ciudad Universitaria hasta Legazpi.
Problemas de acceso a Ciudad Universitaria
Entre los puntos donde los cortes se han percibido con mayor notoriedad ha sido Ciudad Universitaria. El suburbano, único método de llegada para muchos estudiantes en el día a día, ha hecho que la primera jornada de clases en la Universidad Complutense o en la Politécnica estuviera marcado por las dudas propias de esta situación anómala.
Varios usuarios han destacado que la línea F de autobús urbano, que transporta a los viajeros desde Cuatro Caminos a Ciudad Universitaria, se ha ido llenando continuamente como alternativa a la falta de Metro. Llegados de líneas como la 1 o la 2, una mayoría de estudiantes ha llenado este vehículo durante toda la mañana.
Tampoco se han librado de su nueva rutina los trabajadores que querían llegar a Méndez Álvaro o Conde de Casal. Desde Sainz de Baranda, las colas se han repetido durante toda la mañana, con ciudadanos aspirando a llegar a estos puntos.

Reapertura del flanco oeste
Con el inicio de las ejecuciones entre Moncloa y Legazpi, el pasado sábado se reabrió el flanco oeste de la L6, que ya está operativo con las renovación integral de las vías para reducir incidencias, acortar los tiempos de recorrido y mejorar la fiabilidad del servicio a largo plazo, según se ha explicaddo la Comunidad de Madrid.
Más de 59.000 personas han utilizado este tramo oeste en hora punta en su primer día laborable en servicio, según los datos de Metro de Madrid. En esta parte de la red, como ya pasaba en los últimos tres meses a la inversa, se encuentran a cada paso carteles anunciando los nuevos cortes, las alternativas de movilidad y las fechas de afectación. En los vagones también se pueden ver señalizado el tramo de la circular que no opera.
Por su parte, en las estaciones con otras líneas, se puede apreciar como todos los accesos a la 6 están clausurados, sin ni siquiera vista a la escaleras de bajada, como es el caso de Cuatro Caminos, donde ya ni los ascensores están en funcionamiento. Tampoco Méndez Álvaro, que recibe a cientos de viajeros de su estación de autobús, tendrá servicio de suburbano hasta que las obras concluyan el 31 de diciembre.