El Ayuntamiento de Madrid y la Universidad Francisco de Vitoria realizan un trabajo de investigación en los 45 mercados municipales, para cambiar la gestión actual hacia un modelo de producción y consumo circular, que garantice el "buen aprovechamiento" de los recursos.
La Cátedra Extraordinaria de Economía Circular en la Gestión de Mercados Públicos de la Universidad Francisco de Vitoria y el Ayuntamiento de Madrid avanzan en el diseño de un modelo de gestión circular en los mercados municipales de la ciudad de Madrid.
Proyectos de investigación, de innovación docente y de transferencia convergen en la preparación de un modelo de mercado sostenible y circular al que se suman varios proyectos piloto, destacando los realizados en el mercado de Vallehermoso (www.vallehermosocircular.es).
El año pasado, en la XII Noche Europea de los Investigadores, apostaron por convertir la puerta icónica del mercado en una puerta de plástico reciclado. Este año, en la XIII edición del citado evento, se ha realizado una intervención en la que participan el laboratorio de Fabricación Digital de la UFV, el estudio de arquitectura idearch y la empresa de consumo responsable doto, que consiste en una fachada vegetal.
El porqué del proyecto
En un barrio como Arapiles, con una gran concentración de viviendas y poca superficie de parques, incorporar vegetación a las fachadas permite mitigar la 'isla de calor' en la que se ha convertido la ciudad de Madrid e incorporar oxígeno y humedad al barrio. Además, aumenta la percepción vegetal en la vida cotidiana de las personas.
En este sentido, los tejados y las fachadas de los edificios se pueden convertir en algo más que un elemento para la protección de la lluvia y el frio. Son superficies con posibilidad de captar radiación solar a través de paneles fotovoltaicos y transformarla en energía limpia para los propios edificios.
La incorporación de vegetación aumenta el confort en el interior, ayuda a la renaturalización de la ciudad y proporciona a los vecinos de los edificios más altos vistas más agradables desde sus viviendas.
Una fachada que conecta con la naturaleza
Actualmente, los mercados madrileños se caracterizan por tener una arquitectura opaca y sin vistas a la calle. Gracias a la incorporación de jardines verticales a ciertas partes de su fachada, sin alterar su composición, se permite que los muros se vuelvan 'más amables'.
La fachada de un mercado municipal como el de Vallehermoso, que puede parecer un linde, una frontera, se convierte en una nueva membrana que invita el paso de fuera a dentro y viceversa. “Incluso cuando el mercado cierra, el mercado sigue siendo un activo de los barrios”, comenta José Luis Parada, director de la Cátedra Extraordinaria de Economía Circular para la gestión de los mercados públicos (UFV-Ayuntamiento de Madrid).
En este sentido, la incorporación de plantas vivas, que van cambiando de aspecto y forma con las estaciones del año, permite conectar con la naturaleza al barrio y abrir el mercado a la ciudad.
Vegetación en las fachadas, a bajo coste
La estructura de fachada vegetal está compuesta por un sistema de cuelgue a la fachada, los contenedores y el riego por goteo. Este sencillo sistema pretende demostrar no solamente que es posible, sino que es sencillo incorporar vegetación a las fachadas.
“Se puede producir con poco gasto gracias a los sistemas modulares fabricados con impresoras 3D y usando filamentos de PLA (ácido poliláctico), una materia prima natural y renovable”, comenta Fabricio Santos, responsable del laboratorio de Fabricación Digital (FabLab) de la Universidad Francisco de Vitoria.
La envolvente biosolar consiste en dos elementos fundamentales: una fachada verde, que contribuye a la mejora de la calidad y la purificación del aire. Y, por otro lado, un panel biosolar, que tiene como objetivo contribuir a la autosuficiencia del mercado desde el punto de vista energético.
Incorporar vegetación en las fachadas permite reducir la contaminación en las ciudades, así como volver a conectar con la naturaleza en las ciudades. “Las plantas de cualquier tamaño y cualquier porte, lo que permiten es que podamos participar de un elemento natural en la ciudad”, señala María Antonia Fernández Nieto, investigadora en la Escuela Politécnica Superior de la UFV.
Es decir, “las plantas no solamente son buenas físicamente para evitar la contaminación, sino que también son beneficiosas mentalmente para las personas que viven en la ciudad”, concluye.
Mercado circular, Vallehermoso biosolar
La transmisión de energía del interior al exterior, al fin y al cabo, se convierte en el punto principal de pérdida de calor o frío, haciendo que los edificios se vuelvan menos eficientes y más consumidores de energía externa.
En el caso de los mercados municipales de Madrid, esto también está ocurriendo. “Las envolventes de los mercados son el punto principal por donde se pierde la energía del espacio interior”, explica Joaquín Mosquera, director del estudio idearch, que ha realizado el anteproyecto de ValleHermoso biosolar bajo los criterios de sostenibilidad y funcionalidad, a partir del estudio realizado por los investigadores de la Escuela de Arquitectura de la UPM, Jorge Gallego y Jesús García.
“Horas de sol, horas de energía”, señala el estudio, que analiza las horas anuales de sol que recibe ‘la piel del mercado’.
Por un lado, las fachadas que se ofrecen a la ciudad tienen dos orientaciones buenas respecto a la radiación solar: la sur y la oeste. Sin embargo, los edificios y los árboles próximos que las sombrean, las hacen más adecuadas para la renaturalización de la ciudad. Es en éstas donde se ha incorporado la fachada vegetal, gracias al prototipo con forma de cuarterón.
Por otro lado, según los resultados de la comparativa, la cubierta es la superficie idónea para captar la radiación solar en el caso de ValleHermoso. Además de la suma de beneficios que tienen la producción de energía mediante paneles solares y la purificación del aire mediante la vegetación, el hecho de combinarlas produce otras ventajas adicionales, que son fruto de del aprovechamiento fotovoltaico y la naturalización de las cubiertas y las fachadas.
En este sentido, uno de los efectos positivos más relevantes es la mejora en el rendimiento de las placas solares gracias a la reducción de temperatura por la cubierta verde.
La eficiencia de los paneles, según la Cátedra de Economía Circular para la gestión de los mercados públicos (UFV-Ayuntamiento de Madrid), alcanza su máximo a los 25°C y empeora a medida que esta temperatura aumenta. Es decir, si existe un elemento vegetal rodeando la instalación fotovoltaica las temperaturas de los paneles también disminuyen.
Un legado con el que soñar
“Cuando uno tiene hijos, se da cuenta de que, en realidad, lo que estamos haciendo también va a afectar a las nuevas generaciones. Entender este nuevo prototipo, nos permite soñar que los edificios puedan pertenecer a una gran red verde”, señala Mosquera.
Esta propuesta trata de mejorar la vida en la ciudad. Mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la ciudad de Madrid.
Universidad y circularidad de los mercados
La Cátedra surge del trabajo del profesor de la UFV José Luis Parada, como continuación de un proyecto docente y de investigación desarrollado desde 2019 en el que un total de 650 alumnos y 10 investigadores han analizado la situación de los mercados municipales de Madrid desde aspectos sociales, comerciales y ambientales, teniendo al mercado de Vallehermoso como primer proyecto piloto.